El rey Fortuna
Cigarrillo rubio, al gusto americano, con nombre castellano y mercado español: Fortuna.En 1973, la norteamericana Philip Morris y Tabacalera decidieron lanzar este producto, que en ocho años se ha puesto a la cabeza de la lista de ventas. En 1978 se produjeron, aproximadamente, 4.100 millones de cigarrillos Fortuna; un año después esta cifra creció hasta 4.500 millones, y el pasado año el número ya fue de 5.600, que, divididos por los veinte cigarrillos que contiene un paquete, supone un total de 280 millones de cajetillas en 1980.
En la fabricación del Fortuna se emplea tabaco norteamericano que la Philip Morris envía desde su central de Richmond, donde hace ocho años esta compañía llegó a producir mil millones de cigarrillos en un día. El filtro y el papel también proceden de Estados Unidos. El proceso de empaquetado se realiza en la fábrica que Tabacalera tiene en Santa Cruz de Tenerife, y el monopolio de tabacos realiza la distribución.
Los beneficios que obtiene este cigarrillo se reparten a partes iguales entre las dos compañías.
El éxito de este cigarrillo en el mercado, que además tiene un precio sensiblemente inferior a las marcas importadas, ha convertido al Fortuna en el espejo donde pretenden mirarse todos los proyectos del tabaco rubio en nuestro país.
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