Una fuga de butano pudo originar la explosión en el centro religioso de Carabanchel

Una fuga en una pequeña bombona de gas butano pudo ser la causa de la explosión sucedida anteayer, a primeras horas de la tarde, en el taller de costura de las Misioneras de Jesús, María y José, en la calle de Eduardo Marquina, 22, y sobre la que ya ofreció información EL PAÍS en su número de ayer.

En dicho taller, dedicado a la confección de ropa interior, trabajan veinticinco muchachas de edades comprendidas entre los diecisiete y los veinte años, casi todas residentes en el barrio, las cuales resultaron ilesas. Un hombre, al parecer, sin vivienda propia, utilizaba un local de unos veinticinco metros cuadrados que en la planta baja le habían cedido monjas. La bolsa de gas que hizo explosión podría proceder de una de las bombonas de butano que utilizaba con fines doméstico.A las 14.45 horas, los vecinos de la calle de Eduardo Marquina, perpendicular al paseo de Santa María de la Cabeza, al que no tiene acceso directo, oyeron una gran explosión. En varias casas próximas el estallido provocó un pequeño temblor y la rotura de piezas de cristales de las vajillas. Una vez en la calle, los vecinos comprobaron que salía humo por las ventanas del taller de costura de las monjas Misioneras de Jesús, María y José, instalado en un edificio de cuatro plantas.

En otros tiempos, las monjas dedicaban la planta alta a residencia de chicas, pero finalmente ampliaron a todo el edificio el taller de confección. Dicho taller, supervisado por dos monjas, se destina a la fabricación de artículos de lencería. A él acuden principalmente muchachas de edades comprendidas entre los diecisiete y los veinte años, casi todas ellas procedentes del barrio. Según dijo a EL PAÍS una de las monjas, «nuestro objetivo es promover a chicas de la clase obrera. Antiguamente ayudábamos a los pobres en los suburbios, pero, como los suburbios van desapareciendo, hemos modificado nuestra tarea. El taller acoge a muchachas que van aprendiendo el oficio. Si posteriormente desean quedarse, comienzan a participar de los beneficios,

Junto a la puerta del local, un camión cisterna se preparaba a descargar gas propano en el depósito de la casa; cuando los vecinos oyeron la explosión, pensaron inmediatamente que podía estar relacionada con el trasvase,

Los bomberos no creen que la detonación estuviera relacionada con la descarga de gas desde el camión-cisterna «En el local en que sucedió la explosión no hay acometida; únicamente una tubería en la que no apreciamos escapes, sólo estaba un poco combada por el calor. Por todo ello creemos que en aquel lugar hubo de producirse una acumulación del gas procedente de una de las dos pequeñas bombonas del tipo camping que utilizaba el residente para usos domésticos. Luego, cualquier motivo pudo desencadenar la explosión; tal vez, el chispazo de un interruptor.

En el solar colindante con el taller, la manguera de conducción eléctrica de una grúa pluma también estaba ardiendo, lo que podría reforzar la hipótesis que los bomberos formulaban. Los restos de cristales, los mechones de humo y los rumores eran ayer las consecuencias finales del siniestro.