Una alianza social-liberal podría hacerse con el control de las Juventudes de UCD

El grupo socialdemócrata de las Juventudes de UCD, aliado con los liberales procedentes del partido de Joaquín Garrigues, intentará hacerse con el control de la organización en el segundo congreso dé ésta, que comienza hoy en Madrid. La maniobra de alianza entre ambos sectores, que formarían mayoría, comenzó con un pacto interno de los socialdemócratas sobre la política de alianzas, logrado en la noche del martes por la mediación del grupo afín del partido, según fuentes de esta corriente.El acuerdo se alcanzó en el curso de una cena a la que asistieron varios diputados y representantes de los dos grupos opuestos en el seno de los jóvenes socialdemócratas. Estos se habían dividido sobre la política de alianzas al decidirse un grupo minoritario a apoyar al liberal Pedro Pérez, mientras la mayoría prefería buscar apoyos en los independientes. Pérez y los socialdemócratas venían estando enfrentados tradicionalmente, por otra parte.

Los socialdemócratas pretenden con el acuerdo alcanzado llegar a una alianza social-liberal que apoye una candidatura de integración de las dos corrientes, que se repartirían los puestos de la ejecutiva, e integrar en esa alianza a los elementos verdaderamente independientes. La principal dificultad para lograr el pacto radicaba ayer en el puesto de secretario general, que ambos grupos disputan. Los socialdemócratas ofrecieron como solución proponer como candidato a la secretaría a Arcadio Domínguez, un militante no demasiado marcado por la etiqueta del grupo socialdemócrata, y crear para Pedro Pérez el puesto de presidente de la organización.

En la cena citada se creó una comisión de ocho jóvenes socialdemócratas, cinco de un grupo y tres de otro, para negociar con los liberales. Estos y la comisión socialdemócrata se reunieron ayer para concretar la negociación. Según las fuentes antes citadas, la corriente socialdemócrata agrupa a unos 280 compromisarios, mientras los liberales sumarían unos 130, lo que daría la mayoría absoluta a una opción progresista sobre el total de 641 compromisarios asistentes al Congreso.

La culminación con éxito de este pacto, según las fuentes informantes, acabaría con las posibilidades de la operación, apoyada desde el partido, que intentaba lograr una alianza entre democristianos, católicos independientes y los propios liberales, y que llevaría a la secretaría general a José María Carrera, ligado a los grupos católicos.

Las mismas fuentes estiman que la alianza progresista podría tener repercusión en la situación del propio partido centrista. Hay que anotar que en las Juventudes de UCD las posiciones están invertidas con respecto al partido, ya que en el aparato juvenil dominan los sectores que formaron el frente crítico en el II Congreso de UCD.