Un millón de trabajadores alemanes del metal realizó ayer paros de una hora de duración
Un millón de trabajadores efectuó ayer huelgas de una hora de duración en empresas metalúrgicas, situadas en todo el territorio federal alemán, para presionar a los empresarios a aceptar las exigencias salariales en la actual ronda tarifaria. La difícil coyuntura económica complica todavía más las negociaciones tarifarias actuales, donde empresarios y sindicatos luchan por cada décima de incremento salarial.
En la madrugada del miércoles, después de una reunión de nueve horas, se llegó en Konstanz a un acuerdo en el sector de la construcción. El procedimiento de arbitraje, en el que actuó de mediador el presidente del Banco Sindical Alemán, Walter Hesselbach, prevé un aumento salarial del 4%, más un incremento de la paga extra (el sueldo trece, se dice en la RFA), lo que supone una subida aproximada del 4,8%.Lucha por un punto
En el sector metalúrgico, el más importante y del que se esperan cifras orientadoras para los incrementos salariales en todos los restantes ramos laborales, se inició ayer por la tarde la octava reunión en la ciudad de Wiesbaden. Las exigencias sindicales son. de una subida del 8% y los empresarios ofrecen un 4,1%. Fuentes sindicales dejaron entrever que se conformarían con alcanzar una cifra próxima al 5 %,que parece ser la «barrera mágica» en la actual ronda tarifaria.
Los argumentos de las partes contratantes son los habituales en .estos casos. Los empresarios hablan de la mala situación económica, de la necesidad de rebajar costes y conseguir subidas salariales reducidas que no pongan en peligro la estabilidad y los puestos de trabajo.
Los sindicatos argumentan que una elevación salarial sirve para fomentar el consumo y dar un impulso a la coyuntura, que se muestra bastante decaída.
Para dar fuerza a sus exigencias en todo el territorio federal hubo paros de una hora de duración, en los que participaron hasta un total de un millón de trabajadores, según fuentes sindicales. Todo esto forma parte del ritual de la negociación tarifaria en la RFA, donde los enfrentamientos distan mucho de ser dramáticos. Al final es previsible en todos los sectores asalariados un acuerdo próximo al 5%, lo que este año no llegará siquiera para cubrir el índice de inflación, que fue en 1980 del 5,5%.
Ordeñar la vaca
Esto es, según como se mire, un índice de la madurez o de la acomodación de los sindicatos alemanes federales. El canciller federal, Helmut Schmidt, suele alabar a los sindicatos en sus discursos electorales, «porque saben ordeñar la vaca sin matarla, porque saben que el año próximo tiene que dar todavía leche».
Las cifras sobre coyuntura de los dictámenes de los institutos de economía todavía no apuntan una línea de claridad en el horizonte. Se espera una disminución del crecimiento del 1,5%, 1.250.000 parados, un descenso del 4% en las inversiones, una subida de precios del 5% y un aumento del 4% de los salarios brutos, mientras los beneficios brutos crecerán en un 0, 5 %.
Además de estas cifras sobre la coyuntura, se ha abierto en la RFA una polémica entre el Gobierno y el Banco Federal sobre la política de «dinero caro» que mantiene el banco, empeñado en una política antiinflacionista de intereses altos, que se considera un freno para la coyuntura.
Huelga de la banca británica
Por otra parte, alrededor de 12.000 empleados de bancos británicos realizaron ayer un paro de veinticuatro horas en protesta por la negativa de la patronal de conceder un aumento salarial superior al 10%.
La de ayer fue la mayor huelga del sector en los últimos catorce años. En forma reducida será mantenida durante varios días como huelga de celo, informa Efe.
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