IBM apela a la Corte de Luxemburgo contra las acusaciones del Mercado Común
Cinco años ha empleado la Comisión Europea -órgano ejecutivo de la CEE- en preparar un expediente contra el monstruo norteamericano IBM, líder mundial de la informática, por «abuso de posición dominante». Finalmente, los expertos de la CEE han reunido la documentación suficiente y han enviado a la gigantesca multinacional una «carta» con 1.100 páginas de anexos reprochándole prácticas comerciales contrarias al Tratado de Roma.La respuesta de IBM no ha podido ser más tajante. En lugar de seguir el procedimiento normal, responder a la Comisión, esperar a conocer su resolución final y, en último caso, acudir a la Corte Europea de Justicia, en Luxemburgo, sus abogados se han saltado todos los escalones y han ido directamente a Luxemburgo para negar a Bruselas el derecho mismo de abrir el expediente. Si prospera su recurso, habrán evitado la discusión de fondo, y si los jueces lo rechazan, habrán ganado tiempo.
Proceso interesante
El proceso que se inicia ahora, y que puede ser uno de los más interesantes de la historia de la Corte de Luxemburgo, empezó en julio de 1977. Ocho sociedades europeas fabricantes de ordenadores y cerebros electrónicos acudieron a la Comisión para quejarse de determinadas prácticas de la IBM: la competencia con la multinacional ya es de por sí prácticamente imposible como para añadirle «ventajas» accesorias.
Poquito a poquito, los expertos comunitarios iniciaron una difícil investigación: acudieron a las empresas demandantes, pidieron datos a otras sociedades especializadas en informática, encuestaron a los compradores de sistemas IBM y de los sistemas de la «competencia», solicitaron precisiones a la propia multinacional estadounidense... «Los cinco años que ha durado la instrucción del informe son imputables a la complejidad del sector informático», se excusa el comisario holandés Franz Andriessen en su respuesta a una diputada europea, algo suspicaz por la lentitud con la que Bruselas se ha puesto en marcha.
IBM controla el 70% del mercado mundial
La suspicacia de Scrivener es comprensible. IBM controla más del 70% de las ventas mundiales de sistemas de informática y es un enemigo temible incluso para la CEE. La prueba más evidente es que la Comisión podría poner en práctica medidas contra la sociedad norteamericana sin esperar el fallo de Luxemburgo, pero que no lo ha hecho ni parece que vaya a hacerlo.
La lentitud de la Comisión contrasta con la rapidez con la que la multinacional ha iniciado su contraataque. Los jueces de Luxemburgo han visto llegar a sus despachos cientos de documentos en los que los abogados de la IBM señalan que sólo un comisario ha ordenado la apertura del expediente, sin respetar la norma de colegialidad, y que, al fin y al cabo, se le reprochan acciones que están permitidas en Estados Unidos, la «casa madre».
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