90 minutos separan a la Real de su primer título de Liga
Poco faltó para que se volviera a revivir la penúltima jornada de la pasada temporada, en la que la Real perdió las posibilidades del título, que ahora tiene a solo noventa minutos, nuevamente la jornada anterior a la final puso en la afición realista un nudo en la garganta cuando Marañón adelantó a su equipo en el marcador. Era la primera vez que los catalanes llegaban a la puerta de Arconada y se encontraban con un balón como nunca ha cedido la defensa realista, en su vida. Hasta ese instante, los españolistas habían retrasado líneas ante el empuje, más de co razón que de cabeza, de la Real Sociedad.Había nervios y falta de tranquilidad en las líneas blanquiazules de los de Atocha. Balones llevados adelante con prisas, casi a em pujones, exagerando el abuso de bombeos al punto de penalti, qu facilitaban la labor defensiva del Español. Ni una sola jugada clara hasta el segundo tiempo por parte de ambos equipos. Los unos, la Real, por precipitación. Los otros, por la cómoda renta y porque habían echado el pestillo a su postería con un cerrojo exagerado.
La expulsión injusta de Arabi sería el comienzo de la derrota españolista. La Real empezó a jugar más cómodamente, al quedar un realista suelto que entraba continuamente por la derecha. Alonso sacó su espíritu de sacrificio y fuerza y se convirtió en el amo y señor del medio campo. Con su arranque llegó el primer gol y se veía caer el segundo, después de que Marañón, el más peligroso jugador españolista, dejara el terreno de juego; cuando no había tranquilidad en la Real.
Con el gol de Idígoras, que volvía a dar el liderato a la Real y casi, casi el título, los blanquiazules se lanzaron hacia adelante. Había que conseguir el gol de la tranquilídad, algo que no se ha venido haciendo esta temporada. Alonso casi lo consigue a los 67 minutos, en un trallazo raso que se iba junto al poste y que Urruti lo frenó.
Pero el acoso seguía siendo más de ánimo que de táctica futbolística. Curiosamente, el juego más reposado y técnico lo realizó la Real cuando Zamora se fue y López Ufarte pasó al medio campo. Serenó el juego, retuvo el balón, jugó con estrategia y ello ayudó a que el Español no disfrutara ya de una sola ocasión, a pesar de que lanzó dos zarpazos al contraataque. Uno de ellos terminó en córner, que, sacado por Longhi, remató impecablemente Ayfuch, de cabeza, al larguero. Era el último susto de una tarde de tensión y negro recuerdo, tras el tanto de Marañón, que explotó en júbilo cuando la Real remontó el marcador y Merino pitó el final.
Ahora, la Real se halla a noventa minutos de su primer título liguero..., tras una campaña peor que la anterior.
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