Herri Batasuna mantiene su celebración hoy del "Aberri Eguna" pese a la prohibición del Gobierno

Las principales fuerzas políticas del espectro nacionalista de Euskadi celebrarán hoy el Día de la Patria Vasca, Aberri Eguna, en convocatorias independientes y con un contenido claramente diferenciado, al igual que ocurrió el año pasado, cuando se rompió por primera vez una tradición unitaria sólo quebrada anteriormente en 1966. La coalición abertzale Herri Batasuna (HB) mantiene la convocatoria para la celebración, hoy, de su acto pacífico en Guernica, pese a la prohibición del mismo, comunicada ayer por el Gobierno Civil de Vizcaya. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) lanzó un manifiesto al pueblo de Euskadi, con motivo de la fiesta de hoy, en el que se condena clara y duramente al terrorismo de ETA.La prohibición del acto de HB ha sido justificada por «la existencia de razones fundadas de alteración del orden público».

El PNV, que no ha convocado a manifestaciones, sino a actos de carácter festivo y concentraciones campestres, hizo ayer público un manifiesto con motivo del Aberri Eguna, cuya conclusión más importante dice: «La primera tarea colectiva de la sociedad vasca es sacudir el miedo a la acción de las minorías violentas. Franco se impuso por las armas y el terror. Tejero ha intentado hacer lo mismo. Y ETA pretende otro tanto. Lo de menos son los fines, por muy sagrados que se proclamen. No hay libertad, no hay patria que justifique el tiro en la nuca, la tortura, el secuestro o la intimidación individual».

El documento hace una serie de consideraciones sobre la situación política mundial, de la que se deduciría la sospecha de que «intereses internacionales pretenden aprovechar la radicalización reivindicativa de sectores de nuestro pueblo para crear en Europa un foco de violencia creciente que no sólo desestabilice el ámbito ibérico, sino que constituya un factor disturbador para todo el área geopolítica europea». En ese marco, y ante un panorama interior en el que «no sólo el progreso autonómico, sino la existencia misma del régimen autonómico y aun del Estado democrático está amenazada», sacudir de sí «el miedo a la libertad» es la primera tarea de la sociedad vasca para «restaurar nuestra personalidad colectiva, restaurar la economía y acabar con la violencia».

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