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Egipto reduce en tres dólares el precio de su barril de petróleo

Egipto se ha sumado esta semana al grupo de países productores de crudo que, como consecuencia del exceso de oferta que existe en el mercado mundial, se ha visto forzado a rebajar el precio de su petróleo a 37.50 dólares, efectivo al 1 de abril. La baja del precio del crudo egipcio, de mayor calidad, que ha sido de tres dólares por barril, ha coincidido con la venta en el mercado libre de un envío de petróleo británico, procedente del mar del Norte, a 36 dólares por barril, es decir, tres dólares menos que su precio oficial.

Ambos acontecimientos, desacostumbrados en el inelástico mercado del petróleo, no han hecho más que confirmar una tendencia a la baja en los precios del petróleo, tanto oficiales como en los mercados libres, que está presente desde principios de año. Los expertos estiman que, de persistir el mercado en la situación actual, muchos países productores se verán forzados a hacer lo mismo que Egipto y el Reino Unido, si quieren vender todo el petróleo que producen.La semana pasada, Ecuador y México también rebajaron, entre uno y dos dólares y medio, el precio oficial de sus crudos. Asímismo, dos compañías norteamericanas (Atlantic Richfield y Ashland) suspendieron sus contratos de compra y aprovisionamiento con Nigeria, Camerún, Angola y México, después de comprobar el alto nivel de sus existencias y la baja demanda de crudo por parte de los países industrializados.

Las «rebajas de abril» en los altos precios existentes en el mercado del crudo son consecuencia directa, aunque quizá algo tardía, de la política seguida por Arabia Saudí. El reino árabe decidió el pasado diciembre mantener a sus más altos niveles la producción de crudo, así como dejar inalterable su precio oficial de 32 dólares, con el fin de forzar al resto de países miembros de la OPEP a aceptar una fórmula de precios unificados que el consorcio petrolero se ha resistido a seguir desde que comenzó el llamado «segundo shock» del petróleo, a principios de 1979.

La OPEP debe reunirse el próximo 25 de mayo en Ginebra para establecer los nuevos precios del crudo para el segundo semestre del año en curso. En la última reunión, celebrada en Bali (Indonesia) el pasado diciembre, el consorcio estableció una banda oficial de precios entre 36 dólares, para el crudo ligero de referencia, y 41 dólares para el de máxima calidad (sharan blend). El acuerdo de precios también permitía que Arabia Saudí, que produce en esto momentos casi el 45% del crudo OPEP, cobrará 32 dólares por su arabian light.

El "glut" o exceso de oferta

El mantenimiento por los saudíes de este precio, cuatro dólares menos que el precio que cobran el resto de países que tienen petróleo de similar calidad, así como la baja del consumo en Occidente -consecuencia de la crisis económica y de los esfuerzos que muchos países realizan para ahorrar energía-, ha producido una situación de exceso de oferta, conocida en medios petroleros como glut.Este glut, pese a que la guerra irano-iraquí ha forzado a ambos países a reducir sus exportaciones, se calcula que puede llegar a ser de unos dos millones diarios de barriles. En estos momentos, los países que más están sufriendo las consecuencias, y que primero han comenzado a bajar sus precios, son los pequeños productores, pero muchos expertos estiman que de persistir la situación, los más perjudicados van a ser los que ofrecen la gama más cara de crudo, es decir, los norteafricanos y Nigeria.

Según algunas informaciones, los países de la OPEP se han comenzado a preocupar seriamente por la actual situación del mercado y no se descarta, en tal sentido, que la reunión de mayo sirva para forzar algún tipo de acuerdo de reducción de la producción. No obstante, la OPEP ya ha comenzado a reducir, de hecho, sus altos volúmenes de producción de los últimos años. En 1979, la OPEP vendía en el mercado mundial cerca de treinta millones diarios de barriles. Hoy, sus ventas no llegan a veinticinco millones de barriles. Esta cantidad es aproximadamente la mitad del consumo diario del mundo no comunista, que se eleva a 48 millones diarios de barriles.

La OPEP, por otro lado, está seriamente preocupaba, según escribía recientemente Youssef Ibrahim, en el Wall Street Journal, por la pérdida importante que está experimentando en su cuota tradicional del mercado en los últimos meses. El fuerte encarecimiento del crudo ha provocado una ola de exploraciones y prospecciones, muchas de ellas con éxito, en países.no vinculados a la organización, que están colocando grandes cantidades de petróleo en el mercado. La importancia de estos países, como México, Camerún, Congo, etcétera, en el panorama mundial del petróleo es creciente, lo que está haciendo que la OPEP vaya perdiendo paulatinamente ese papel de manipulador del mercado que ha venido disfrutando.

La preocupación de la OPEP va mucho más lejos. Según ha advertido un alto funcionario saudí, de continuar en alza los precios del crudo muchos países se verán forzados -como ya está sucediendo- a realizar grandes inversiones en fuentes alternativas de energía, tales como la nuclear o el carbón, lo que inevitablemente disminuirá el papel preponderante que ha tenido el petróleo como fuente casi exclusiva de energía barata.

En tal situación, la OPEP y el resto de productores de petréleo pueden encontrarse un día con un techo en su continua voluntad de ir subiendo los precios. Tal posibilidad sería nefasta para algunos países productores, especialmente para aquellos como Arabia Saudí que tienen grandes reservas de crudo.

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