Las entradas de capital en 1981 mantendrán las reservas por encima de 10.000 millones de dólares

Las fuertes entradas de capitales previstas para este año en créditos a largo plazo reducirán la pérdida de reservas españolas, que podrían no dejar la barrera de los 10.000 millones de dólares en su valoración actual, como temían algunos medios, según impresiones recogidas por Europa Press.

Sin embargo, la deuda exterior española a largo plazo se acercará a los 30.000 millones de dólares a finales de diciembre. Ya el año pasado aumentó en casi 4.000 millones (hasta situarse en 20.958 millones de dólares a cambios centrales y 23.700 a cambios de mercado), a pesar de que sólo entró una parte de los créditos contratados. Unicamente podría verse frenada esta tendencia si se mantuviera o acentuara el diferencial de liquidez e interés entre España y el exterior.Las estimaciones hechas hasta ahora sobre la posible pérdida de reservas netas de oro y divisas oscilan entre los 2.000 millones de dólares de la Asociación Española de la Banca Privada y los 1.500 o 2.000 millones que se manejan en medios oficiales. La discrepancia radica en el cálculo del coste de las importaciones de petróleo (AEB lo cifra en más de 14.000 millones de dólares), actualmente revisado a la baja (México y Ecuador cobran entre 2,5 y 1,6 dólares menos por barril y podrían ser seguidos por Nigeria, Libia y Argelia).

El cupo de contratación de crédito exterior fijado para este año por la Administración alcanza los 7.495 millones de dólares, si bien para 1980 se cifró en 6.315 millones y luego fue ampliado hasta 8.248. Las entradas fueron, sin embargo, menores. El Banco de España las cifró en 3.129 millones, dentro de un capital autónomo total de 5.321 millones.

Del cupo 1981, casi la mitad corresponde al sector público; los 3.395 millones de dólares previstos para éste se los reparten entre el Tesoro (ochocientos millones), el Instituto de Crédito Oficial (540 millones), el Instituto Nacional de Industria y sus empresas (mil millones), Campsa (quinientos millones), Renfe (375 millones) y ayuntamientos (180 millones).

Otros 1.200 millones corresponderán a créditos del sector privado con aval del Estado. Estos se los distribuyen entre las autopistas (ochocientos millones) y la Compañía Telefónica (trescientos millones).

Por último, las empresas del sector privado tendrán un cupo de 3.000 millones de dólares. La mitad de esta cantidad, aproximadamente, corresponde a las eléctricas, que ya el año pasado recibieron una autorización de salida todavía mayor, aunque inicialmente no estaba prevista.