El transporte y el modelo-económico específico, preocupación general de las islas europeas
La I Conferencia de Regiones Insulares del Consejo de Europa se clausuró ayer en el Puerto de la Cruz (Tenerife), con la adopción de unas conclusiones finales que suponen un llamamiento a los territorios continentales para que cooperen solidariamente al desarrollo socioeconómico de las islas de Europa. La conferencia ha reunido durante tres días, a casi doscientos parlamentarios y representantes de dieciséis países miembros del Consejo de Europa. Las conclusiones aprobadas ayer parten del reconocimiento del carácter plenamente europeo de estas regiones y de su comunidad de intereses y problemas de cara al continente.
Señalan las conclusiones que el desarrolló socioeconómico de las islas se basa en un equilibrio frágil, debido al aislamiento y la dispersión de estos territorios, que encarecen la infraestructura, el funcionamiento de servicios públicos y el modelo productivo. En este cuadro, las conclusiones sostienen que los problemas de retraso de las islas no han encontrado aún respuestas satisfactorias. Ello es un factor determinante de la emigración a los continentes europeo y americano, frente a lo que las poblaciones insulares reclaman su derecho a vivir y trabajar en su país.Esta situación exige una política voluntarista de desarrollo, apoyada en las instituciones políticas, pero no realizada a cualquier precio, sino de forma planificada y mediante una política estricta sobre equipamientos, infraestructura de transporte, establecimiento de poblaciones e industrias, protección del medio ambiente y equilibrio ecológico.
Las conclusiones abordan, en primer lugar, el problema del transporte, para el que se propone una política de desarrollo basada en un sistema eficaz y equilibrado de comunicaciones. Se trataría de establecer planes, de forma que cada archipiélago llegue a ser una unidad económica y cultural, conectando a la vez el sistema insular al continental, también de forma planificada.
Esta planificación no debería estar limitada por el juego de costes-beneficios, sino que la política de tarifas debe ser tal que las islas, queden como si se hallaran ligadas al continente por medios terrestres, de forma que se logre una competencia económica equilibrada.
En este capítulo se introdujo, a propuesta del senador canario Carlos Bencomo, una alusión a la conveniencia de potenciar una política de cielo y mar abiertos -es decir, de libre operación de compañías-, aunque matizada. Este tema enfrenta a las autoridades centrales españolas, que desean proteger las compañías nacionales, con los intereses turísticos y económicos canarios, favorables a una mayor libertad. Así, el ministro de Transportes, José Luis Alvarez, se manifestó el miércoles en Tenerife contra una política de cielo abierto total, argumentando que ello conlleva el peligro de que el transporte en Canarias caiga en manos, de compañías extranjeras.
Proteger la pesca
Más adelante, la conferencia aborda el problema de la pesca, considerado como parte sustantiva de los recursos de las regiones insulares. Las conclusiones denuncian la actual sobreexplotación de esta fuente de riqueza, especialmente por flotas ajenas a las islas, y los peligros de la creciente contaminación marítima.Para hacer frente a ello, la conferencia recomienda a la Comunidad Económica Europea (CEE) el establecimiento de una política común de salvaguardia de las reservas, mediante un sistema restrictivo que organice el acceso a las pesquerías isleñas mediante autorización previa, con prioridad a las flotas insulares, y, en segundo lugar, a las ajenas con más tradición en sus caladeros.
En tercer lugar, las conclusiones se ocupan del turismo, partiendo del hecho de que el disfrute del ocio es un bien fundamental que las islas pueden ofrecer al continente. Se advierte que el turismo es tributario de la calidad del medio ambiente, y a la vez un peligro para el mismo.
Canarias frente a la CEE
En el seno de la reunión se leyó también una comunicación sobre los problemas de Canarias ante la adhesión de España a la CEE, del consejero coordinador de Asuntos Comunitarios de la Junta de Canarias, Francisco Ucelay. La comunicación parte del hecho de que la entrada de España en la CEE supondrá un profundo cambio en el archipiélago, ya que, entre otras cosas, la unión aduanera hará desaparecer el régimen de puerto franco de las islas, es decir, la ausencia de aduana. También, la refundición de los tributos indirectos en el impuesto sobre el valor añadido (IVA) hará desaparecer la principal fuente de financiación de las administraciones públicas canarias.Frente a estos problemas, Ucelay propone dos alternativas: mantener el régimen de franquicia aduanera, con algunas matizaciones, y tomar una serie de medidas para paliar la implantación de aduanas. Entre éstas estarían el establecimiento en Canarias de tipos de IVA menores que los del resto de España, la compensación de la desaparición de la franquicia con el incremento de tiendas libres de impuesto y la ampliación de la normativa de la CEE sobre puertos francos.
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