El precio de una crisis
La industria textil española está aprisionada en el cerco de la crisis mundial que afecta al sector y que países en vías de desarrollo agravan con una competencia de precios que basan en sus bajos costes salariales.En España además el consumo de productos textiles ha pasado de once kilos por habitante y año en 1973 a nueve kilos en 1980. Los costes salariales en ese espacio de tiempo crecieron hasta colocarse en el último segmento de los países industrializados (4,2 dólares por hora en 1979), y las importaciones de productos textiles manufacturados han aumentado a un importante ritmo, de tal manera que de estos productos se importaron durante el pasado año 40.000 millones de pesetas y para el presente se calcula tina cifra próxima a los 52.000.
La industria textil española, nacida al amparo de un soberbio crecimiento económico durante la década de los sesenta, tiene por delante la puesta en marcha de un plan de reestructuración cuya filosofía predica el bien morir de algunas empresas y la potenciación de otras, de tal manera que puedan ser competitivas en los mercados internacionales. En el seno del sector, por otra parte, se libra ahora una batalla que protagonizan la Administración, por la incautación de HYTASA (del sector algodonero), y la industria privada a través de la AITPA (asociación que agrupa a las empresas del algodón), que impugna aquella medida.
En España, el textil ocupa a 400.000 trabajadores, repartidos en 6.000 empresas, de las cuales 4.000 pertenecen al subsector de confección.
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