Vuelven a intensificarse los combates en Líbano

La preocupación y la confusión predominaron ayer en Líbano. En Beirut, los enfrentamientos arma dos alternaron a lo largo del día con períodos de tranquilidad, aunque a última hora de la tarde los bombardeos se recrudecieron, según informó la radio estatal libanesa, que precisó que armas pesadas de todo tipo de calibre estaban siendo utilizadas.Los choques armados, añadió la emisora, empezaron a lo large, de la línea divisoria que separa al sector cristiano del musulmán, y se extendieron paulatinamente azonas densamente pobladas, situadas tanto al este como al oeste de la capital libanesa.

Según un primer balance dado a conocer por los hospitales, seis personas resultaron muertas en Beirut oeste (sector musulmán), y otras cuarenta, heridas.

En la ciudad de Zalile, auténtica clave de esta nueva crisis que atraviesa Líbano, continuaron ayer los enfrentamientos por cuarto día consecutivo. Un alto el fuego decretado ayer a última hora de la tarde «fue roto tras un breve periodo de tranquilidad», indicó el obispo grecocatólico de la localidad, monseñor Agostinos Farah.

Los responsables de la Cruz Roja Internacional, que consiguieron entrar en la ciudad, afirmaron que a causa de los bombardeos numerosas personas habían resultado muertas. Aunque el centro de la aglomeración urbana no ha sido dañado por los proyectiles, el principal hospital de la ciudad ha sido duramente alcanzado y el quirófano completamente destruido. La localidad carece de luz eléctrica y las provisiones alimenticias disminuyen de forma alarmante.

En el terreno político, los esfuerzos hechos por algunos miembros del Gobierno libanés y los responsables militares sirios para actuar conjuntamente, con objeto de restablecer el orden, no parecen haber dado ningún resultado concreto.

Por otra parte, la población de la región de Saida (en el sur de Líbano), que está siendo bombardeada por las milicias del comandante cristiano Saad Haddad, se muestra especialmente inquieta tras la manifestación que se desarrolló ayer en Metulla (Israel), en la que se pidió «una intervención israelí en Líbano para salvar a los cristianos».