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ANDALUCÍA

Dos muertos y dos heridos muy graves en una reyerta entre gitanos en Jaen

Dos hombres muertos, otros dos heridos gravísimos y otras cuatro personas heridas de distinta consideración es el balance provisional de un ajuste de cuentas entre dos familias de raza gitana, ocurrido durante el sábado y domingo, en la localidad jiennense de La Carolina.

El trágico suceso se inició cuando miembros de las dos familias gitanas se enredaron en una reyerta en la calle de Buenavista, de esta ciudad, después de haber mantenido una discusión en el interior de una taberna, porque uno de los gitanos, que posteriormente resultaría herido, maltrató a la mujer de uno de los agresores en la vivienda de éste. En la pelea callejera unos y otros sacaron a relucir todo tipo de armas blancas, escopetas y bastones. Manuel Cortés Fernández resultó muerto en medio de la tremenda confusión de la reyerta, herido gravísimo su hermano Justo y el miembro de otra familia gitana Francisco Moreno Heras, alias el Cacharro. También sufrió heridas de distinta consideración, por golpe de bastón, la madre del fallecido, y otros tres gitanos resultaron heridos leves por perdigones.Aunque tanto el principal sospechoso de la muerte de Manuel Cortés, Justo Moreno Cortés, alias el Guapo, que se encuentra huído por Sierra Morena, como Francisco Moreno, éste con heridas muy graves en la cabeza y en el abdomen, se dieron a la fuga por separado, con sus respectivas familias, los familiares de los agredidos iniciaron a lo largo del domingo ciertos movimientos de venganza. Con esta idea penetraron en la casa vacía de el Cacharro, que ha sido localizado en una clínica de Valencia, tras violentar la ventana, y posteriormente se dirigieron al domicilio de Francisco Moreno Cortés, alias el Cuqui, hermano de el Guapo, en la estación Linares-Baeza. El grupo de agresores, al comprobar que la puerta de la vivienda estaba cerrada, subieron al tejado y abrieron un boquete, amenazando a el Cuqui y a su familia con prender fuego el edificio si no salían a la calle. Ante la amenaza, Francisco Moreno abrió la puerta de la vivienda, donde recibió una descarga de plomos en el pecho; ya en el suelo fue acuchillado y golpeado brutalmente en la cara y la cabeza, que le quedó irreconocible.

La policía inició rápidamente una redada entre las distintas familias gitanas para descubrir a los implicados en estos sucesos, que se temía pudieran tener mayores consecuencias. La noche del lunes, los familiares del primer hombre asesinado, Manuel Cortés Fernández, pidieron protección policial, y se optó por darles cobijo en las dependencias de la Casa de la Cultura de La Carolina, donde han pasado esta noche medio centenar de ellos bajo vigilancia.

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