Proclamar la voluntad de paz

Los navarros deben proclamar, sin vergüenza y sin desmayo, que desean la paz, y que la amenaza rnáxima para esa paz es, en estos rnomentos, el terrorismo. (...)En este momento, todo está en juego. En tal trance, las fuerzas sociales deben tocar a rebato y hacer que salgan a la calle todos cuantos se sientan afectados por el peligro de la situación. Sería más atractivo, dirá alguien, convocar a los ciudadanos para quemar y cruzar coches, para levantar barricadas y dar rienda suelta a los instintos recargados por los últimos sucesos. Pero no se trata de liberar la agresividad reprimida. El objetivo es muy otro: comparecer a la luz del día y proclamar en sl tencio la voluntad de paz y el deseo de acabar con el látigo terrorista. Lo uno exige lo otro.

24 de marzo