Dos grupos se disputan el control de la televisión por satélite en Europa
Dos grupos europeos disputan el control de la televisión por satélites y, por tanto, el dominio sobre la programación que en el futuro reciban los países de Europa occidental. Por una parte, según consta en el último número de la revista especializada Actualidad Electrónica, se encuentra un consorcio franco-alemán, constituido en 1979 para lanzar dos satélites de telecomunicación antes de 1983, con una inversión que se calcula inicialmente en más de 22.000 millones de pesetas. Por otra parte se encuentra un nuevo grupo formado por Radio Luxemburgo y la Asociación de Editores Alemanes de Periódicos.
El primer grupo, el consorcio franco-alemán, cuenta con el apoyo técnico y moral de los Gobiernos de ambos países. Este consorcio se concibió como un medio de conferir un puesto privilegiado a las emisoras de televisión alemanas, bajo control de las autoridades federales, regionales y locales, y al monopolio estatal de la televisión francesa (con dos canales propios en permanente competencia).Este primer consorcio franco-alemán espera lograr con los satélites una audiencia superior a los cien millones de europeos. El volumen de negocio de su mercado interior se calcula en 240.000 millones de pesetas, y la exportación de tecnología, en 300.000 millones de pesetas.
El nuevo grupo, formado por Radio Luxemburgo los editores de periódicos alemanes, estará integrado en un 51% por la compania Luxemburguesa de la Teledifusión (CLT) y el resto por la Federación de Editores de Diarios alemanes. La asociación tendrá su sede en Luxemburgo. La firma del compromiso final se efectuará a Finales de abril. La aportación alemana asciende a 1.500 millones de pesetas. Esta nueva sociedad cubrirá dos tercios del territorio francés, toda la población alemana y la de los países del Benelux, una parte de Dinamarca y casi toda Suiza. La televisión por satélite permite emitir en idiomas diferentes programas de televisión desde una emisora centralizada en áreas ajenas a los propios países que reciben los programas. Representa, según algunos expertos, un poder ideológico de primera magnitud y un instrumento importante de ayuda a la exportación de la tecnología comunicativa. Con la operatividad de estos dos grupos europeos se pretende de alguna forma hacer frente a la colonización de la televisión por satélite que ejercen o tienen planificada Estados Unidos y Japon.
Hasta estas fechas se encuentran ya en el espacio diez satélites destinados a las telecomunicaciones. Estos satélites están situado s a 36.000 kilómetros en una órbita circular por encima del ecuador. Cada uno de los satélites, inmóviles en relación con el territorio que cubren, pone en comunicación a todos los países del mundo.
El mayor y más potente satélite de todos ellos es el Ititelsat V, el último que se puso en órbita. Este satélite puede transmitir simultáneamente hasta 12.000 conversacioes telefónicas y dos emisiones de
El programa Inteisat fue fundado en 1964 por once naciones. Actualmente, en la quinta generación de estos satélites, participan 105 naciones, aunqtie con predominio de Estados Unidos. De aquí a 1988 serán lanzados nueve satélites de este programa.
Babelia
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