Luz y taquigráfos
( ... ) Digamos, en primer lugar, que nos parece muy respetable -y quizá sea la más acertada- la opinión de quienes preferirían que cesasen ya las voces e informaciones incluso, oficiales en torno al tema y que se espérase sin más a la sentencia de los jueces. Pero lo que ya no nos parece respetable es que se intente ofrecer todo tipo de informaciones a un grupo -por muy alto que sea- del país y censurarlo, al mismo tiempo, al resto de la comunidad nacional. Y aún nos resulta menos respetable el que se trate de cercar a los periódicos con súplicas y peticiones, más o menos amenazantes, para que no dífundan lo que ha trascendido e inevitablemente tenía que trascender. Incluso pensamos que hay que felicitarse de que la violación del secreto llegara a través de las materialmente fieles cintas de un magnetófono y no a través de la suma de notas o indiscrecciones de los diputados. (...) 19 de marzo
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