Social democracia

Este periódico ha venido dando, en noticias, comentarios, editoriales e, incluso, con una reciente entrevista a Shirley Williams ( 1-3-1981), cumplida información sobre la evolución del laborismo británico y, en especial, sobre la constitución de un «consejo para la socialdemocracia» a partir de una escisión por la derecha del Partido Laborista.Por ello -no hemos podido por menos de sorprendernos con el editorial del sábado pasado en el que se atribuye a dicho grupo socialdemócrata, encabezado por una docena de comunes y media de lores, y liderado por lo que los ingleses, con su humor característico, llaman la banda de los cuatro -Jenkins, Owen, Williams y Rodgers-, opiniones y posturas izquierdistas, así como la decisión de formar un partido a la izquierda del laborista, con el supuesto propósito, según el editorialista, de Kun regreso a los inicios del laborismo» que resucitase el viejo socialismo inglés.

No sabemos si dicho error es fruto de un lamentable quid pro quo originado por la maldad de los duendes de las linotipias -ustedes dirían de la «computerización de la Prensa»- que, en este caso, extraviaron varias líneas y tergiversaron párrafos enteros o, ¿quién sale?, por la acción del subconsciente ideológíco del periódico que ha gastado la mala pasada de inspirar al editorialista de que toda escisión viene por la izquierda.

Sin ocultar que nuestras simpatías se inclinan, no sin reservas, del lado de las opciones políticas aprobadas en el últímo congreso laborista y que han acelerado la escisión, estimamos que Mr. Owen y sus compañeros merecen un trato más objetivo. Pues, si siempre nos parece respetable el derecho de los disidentes a serlo, éste es más encomiable por el rasgo de valor político, no frecuente en otras latitudes, que supone mantener un ideario socialdemócrata sin la cobertura y el apoyo electoral de la clase obrera organizada en las Trade Unions y el Labour Party; y ello, aunque pensemos que al final su actitud pueda favorecer a la señora Thatcher.

Nos agradaría, de todos modos que su periódico rectificara los errores sobre cuestiones de hecho que se contienen en el citado editorial, que, por otra parte, conserva su validez en- lo que se refiere a las intenciones de vuelta a los orígenes socialistas, si éstas se atribuyen a la mayoría del laborismo, y a las preocupaciones por un cierto sentido radical, pero moderado, de la política -según su corresponsal, si éstas se asignan a la minoría escisionista.

Por último, y no lo tome como una recomendación petulante, señor director, aconseje al editorialista a mirar más al pasado europeo, ya que la escisión socialdemócrata por la derecha que comentamos no es «un síntoma de la depauperación general de las ideas clásicas de la izquierda», y sí una maniobra ya ensayada en otros lares en situaciones parecidas como, por ejemplo, la que en su día llevase a cabo Saragat para formar la socialdemocracia italiana y abandonar el socialismo de Nenni./

, miembros del colectivo Reflexiones Socialistas.