El Gobierno portugués expulsa al embajador cubano en Lisboa
La decision del Gobierno luso de declarar persona non grata a Manuel Estévez, jefe de la representación diplomática cubana en la capital portuguesa, ha sido anuncia da en Lisboa inmediatamente después de la llegada del encargado de negocios portugués, Francisco Sales Mascarenhas. Este fue acusado públicamente, el lunes, de haber dirigido el asalto y la ocupa ción de la Embajada de Ecuador en La Habana por cuenta de la Central Intelligence Agency norteamericana (CIA).Desde que fue conocida en Lisboa la acusación formulada públicamente por el viceministro cubano de Exteriores, Ricardo Alarcón, contra Mascarenhas, que dirigía interinamente la representación de su país, el Ministerio portugués de Exteriores se negó a admitir su fundamento y ordenó el regreso del diplomático. A su vez, el Gobierno portugués formuló una queja oficial ante las autoridades cubanas por la publicación de las acusaciones sin previa comunicación al ejecutivo de Lisboa. Las relaciones luso-cubanas quedan gravemente deterioradas.
Joao Manual da Palma Carlos, que fue el último embajador en La Habana y que tuvo a Mascarenhas a su servicio durante diecisiete meses, lamentó públicamente el incidente y sus probables repercusiones sobre las relaciones luso-cubanas, cuando no se conocía aún la expulsión del embajador cubano.
Palma Carlos no cree en la culpabilidad del funcionario de la Embajada portuguesa, pero admite que las autoridades cubanas hayan sido «engañadas» por las acusaciones formuladas por los asaltantes de la Embajada de Ecuador. Reconoce que Mascarenhas no tenía ninguna simpatía hacia el régimen castrista, pero considera que, de todas maneras, la actitud adoptada por La Habana es «infeliz e inaceptable». En su opinión, la decisión de retirar el encargado de negocios de Cuba «no se justificaba y manifiesta una reacción emocional» del Gobierno luso.
El Gobierno portugués parece haber aprovechado el incidente para hacer una demostración de firmeza en víspera de la visita de su ministro de Exteriores, Andrés Gonçálves a Washington.
Desde la sustitución del presidente de los democristianos a la cabeza del Ministerio de Exteriores, se había registrado una cierta distensión en las relaciones luso-soviéticas, muy frías desde la intervención soviética en Afganistán. Este «cambio de estilo» en la diplomacia portuguesa acarreó a Pinto Balsemáo y a su ministro de Exteriores severas críticas de la derecha.
Desde su elección a la presidencia de la Unión de las Democracias Cristianas europea, el líder del CDS, Freitas do Amaral, acentuó su tendencia a presentarse, en el seno de la coalición gubernamental, como el . campeón de la «Iínea dura» y del estricto alineamiento sobre la política de la nueva Administración americana,
Es especialmente significativo el hecho de que, coincidiendo con el incidente luso-cubano, Freitas do Amaral haya hecho, ante la televisión portuguesa, una fervorosa defensa de la política americana de intransigencia en las relaciones Este-Oeste, y, según el dirigente democristiano, la historia hará justicia a la Junta salvadoreña contra las calumnias de sus enemigos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.