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El Madrid recibe al Spartak con importantes bajas en la defensa

García Cortés no pudo incorporarse ayer a la concentración del Madrid. Una afección gripal hace que su baja se sume a la de Gallego, lesionado el domingo, y a las más antiguas de Benito, Cunningham y San José. El Spartak también tiene un problema: se lesionó su segundo portero, lo que, sin duda, pone en una situación difícil al titular, Dasaev. El Madrid espera recaudar cuarenta millones de pesetas, y ha ofrecido a sus jugadores 550.000 pesetas por cabeza si pasan la eliminatoria.

El Spartak no es el actual campeón soviético, sino el subcampeón. La Liga en la URSS se disputa de abril a noviembre, y el Spartak es el campeón del año 1979, y como tal participa en esta Copa de Europa. En 1980 fue campeón el Dlnamo de Kiev, en cuyas filas juega el extremo izquierdo Blochine, elegido hace cinco años mejor jugador de Europa; el Spartak quedó el segundo, a dos puntos. El forzado descanso in vernal hace que éste no sea, ni mucho menos, el mejor momento de forma de los equipos soviéticos, y ello ya pudo comprobarse en el partido de ida, en Tbilissi, donde el Spartak se mostró como un equipo bastante bien armado y con calidad técnica, pero sin nervio y sin ritmo. El Madrid sujetó bien a sus centrocampistas, y si no ganó, fue porque tuvo desgracia en el remate. El centro de la defensa del equipo ruso es malo, muy malo, y por ahí estuvo a punto de ganar el Madrid.Pese a todo, no es ni mucho menos un equipo despreciable, ni el buen empate obtenido en Tbilissi garantiza el paso del Madrid, pues caso de empate en el partido de aquí tendrían valor preferente los goles conseguidos fuera. Por tanto, un 1-1, un 2-2 o empates con más goles clasificarían a los soviéticos. Lo mejor del equipo son el portero, los centrocampistas Schavlo, Tchrenkov y Gavrilov, y el delantero Schvezov, todos ellos internacionales. Beskov, entrenador, es, al propio tiempo, seleccionador soviético. El Spartak juega el 4-4-2, con Schvezov y Rodionov en punta, abiertos hacia las alas, y Gavrilov como centrocampista más adelantado. Varios de sus hombres tienen disparo potente desde fuera del área. Sus dos puntas juegan mejor por la banda izquierda que por la derecha, y el lateral derecho, G. Matchaldse, es más peligroso cuando sube que el izquierdo, Romantzev.

El Madrid, un tanto forzado por las circunstancias, jugará con sólo tres defensas: García Navajas -como libero-, Sabido y Camacho. La línea media tendrá cuatro hombres, cinco cuando se retrase Juanito, que Boskov espera que no sean muchas veces, pero que sin duda serán más de las que él desea. Las lesiones hacen que en el banquillo sólo pueda haber cuatro suplentes, y no cinco, como está autorizado en la Copa de Europa.

La espectacular reacción ante el Betis, impulsada por Stielike, ha reanimado a la afición mdridista, hasta el punto de que ayer en el club se esperaba, tal y como iba el ritmo de ventas, que se llegara a rozar el lleno, lo que supondría una recaudación de cuarenta millones de pesetas. Para los jugadores habrá una prima de 550.000 pesetas si pasan la eliminatoria. Una prima, sin duda, amortizable.

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