Una señal de alarma

( ... ) Al margen de estas consideraciones, cabe decir que la variación registrada por el índice en enero es importante: el 2,1%. Significa aproximadamente el doble de la habida como promedio en el área geográfica de la OCDE, y de menguado consuelo tiene que servirnos el hecho de que un año atrás la subida fuera de 2,8 puntos, es decir, siete décimas más que ahora. En efecto, en ese 2,1 % anunciado oficialmente por el Instituto Nacional de Estadística -por cierto que con considerable e inusual retraso- tiene gran peso específico el capítulo de alimentación, cuya ponderación en el indicador es superior al 40%. Precisamente el comportamiento de este. sector había servido de freno a la inflación en los dos últimos años y, por tanto, el cambio de signo en su favorable evolución es, cuando me nos, preocupante. Y más aún si se tiene en cuenta que 1980 fue un año agrícola que nadie duda en calificar de excepcional y que habría permitido -con el menor grado de intervención estatal- que funcionaran los mecanismos del mercado a fin de establecer unos precios realistas de los productos agrarios. Por otra parte, la tendencia del índice de precios al consumo había sido decreciente desde el tercer trimestre de 1979 y sólo comienza a remontar en el último bimestre de 1980. Estos datos parecen apuntar a un cierto recrudecimiento de tensiones inflacionistas. (...).Otro factor que no puede desdeñarse a la hora de enjuiciarla situación real viene dado por las recientes decisiones adoptadas por el Gobierno: en una primera tacada, la elevación de las tarifas telefónicas, en razón de las cuantiosas inversiones que han de realizarse a corto plazo y de la necesaria adaptación a las variaciones de los costos. En el Consejo de Ministros de ayer correspondió el turno a los combustibles. Las subidas son importantes y en algunos casos de fuerte incidencia en el índice de precios: es el caso de la gasolina, cuyo incremento lineal perjudica evidentemente a los consumidores más populares. ( ... )

En todo caso, la escalada general de precios se materializará en los próximos meses y la señal de alarma, que ya ha sonado en enero, se dejará sentir con mayor intensidad a cortísimo plazo.(...)

14 de marzo