Antes de diciembre habrá nuevo concierto económico entre la Administración y la Diputación Foral de Navarra

A finales de este año, la Diputación Foral de Navarra y la Administración del Estado firmarán un nuevo convenio económico, que sustituirá al hasta ahora vigente, que fue suscrito en 1969. Las dos administraciones han designado a sus representantes, por lo que las reuniones para estudiar las condiciones del nuevo convenio pueden comenzar en un plazo breve. «Los convenios económicos de Navarra», ha declarado a EL PAIS el diputado foral de Economía y Hacienda, Angel Lasunción, «obedecen a la necesidad de establecer normas que armonicen nuestro régimen fiscal con el del Estado, para evitar problemas de doble imposición, a la vez que sirven para fijar la cantidad con la que Navarra debe contribuir a las cargas generales del Estado".

El último convenio suscrito entre la Administración del Estado y la Diputación Foral de Navarra data del 19 de julio de 1969. En él se asegura que por este procedimiento se respeta el sistema privativo de Navarra en lo económico, por lo que tiene de peculiaridad histórica, «Mientras no pugne con el interés supremo de la nación».En el convenio de 1969 se reconoce la soberanía tributaría de Navarra y se establece que la aportación de la Diputación Foral al Estado queda fijada en un cupo, compuesto de dos partes, una fija y otra variable, como compensación a Navarra de los impuestos directos (ITE y lujo, excepto el que grava la venta de la gasolina y sus derivados) y a la desgradación fiscal por la exportación, satisfecha por el Estado a las empresas que tributen a la Hacienda foral.

De este modo, en 1980, la Diputación Foral de Navarra contribuyó a Ias cargas generales del Estado con 3.021.230.5148 pesetas, que se desglosaron de la manera siguientes cupo fijo, 230 millones de pesetas. Cupo variable: compensación impuestos indirectos, 2.139.260.933 pesetas; compensación desgravación fiscal a la exportación, 660.970.015 pesetas.

A estas cantidades hay que añadir la recaudación correspondiente al impuesto sobre el lujo que grava en Navarra la adquisición de gasolina supercarburante y sus derivados, que se liquida e ingresa en el Estado, por lo que se considera como una aportación más de la Diputación de Navarra al Estado.

El concierto vasco

«Navarra, por la ley de 16 de agosto de 1841 », señala Lasunción, «perdió numerosas facultades, pero conservó otras intactas, como, por ejemplo, la potestad tributarla, que no le que concedida por la Administración central, sino que constituía uno de los atributos de Navarra como reino. Por tanto, el régimen fiscal de Navarra no tiene su origen en los conciertos económicos, como sucede en el País Vasco, sino que es consecuencia de su potestad originaria. Por el contrario, el concierto de la comunidad autónoma vasca no responde a esta potestad originaria, al no tener el mismo fundamento histórico, ya que la comunidad autónoma del País Vasco adquiere la potestad tributaría en virtud del concierto económico».Para el diputado foral de Economía y Hacienda de Navarra, el convenio económico no supone. solamente una autonomía en los ingresos, sino también una autonomía en el gasto. «El concierto le ha servido al ciudadano navarro para desarrollar en su provincia una vida administrativa propia, sin necesidad de llevar la resolución de los principales problemas a Madrid. Para las instituciones navarras, la existencia del convenio ha servido para poder realizar una política propia en determinados campos de la Administración».

"Navarra no es un paraíso fiscal"

«Es una gran falsedad», precisa Lasunción, la afirmación de que Navarra es un paraíso fiscal o lo ha sido hasta hace poco. Lo que sucede es que aquí tenemos una Hacienda propia, y esto da cierta capacidad de maniobra. En la discusión del convenio de este año vamos a defender las peculiaridades de Navarra, pero sin caer en agravios comparativos con otras regiones autónomas».Gracias a la potestad tributarla, la Diputación Foral de Navarra ejercita competencias directas parciales o totales.

El presupuesto de la Diputación Foral de Navarra para este año es de 28.156.012.000 pesetas, lo que representa un incremento nominal del 15,42% respecto al del año anterior. En este presupuesto se constata el aumento de la participación de los gastos de capital en el volumen global presupuestarlo y la disminución en la relativa a los gastos corrientes. Mientras éstos aumentan alrededor del 12%, los gastos de capital experimentan un incremento con respecto a 1980 del 20%.

«Hay que señalar como aspecto fundamental la implantación de un presupuesto por programas en 1981», manifiesta Angel Lasunción, «lo que supone un profundo cambio en la concepción del presupuesto. De este modo, el presupuesto por programas se convierte en un buen instrumento para el logro de los objetivos de política presupuestaria y en definitiva, para conseguir una mayor eficacia en la asignación del gasto públlico».

En este sentido. Lasunción significa que la Diputación de Navarra tiene unos campos específicos en los que su actuación puede producir efectos favorables para paliar los efectos de la crisis, como pueden ser la posibilidad de actuar en colaboración con otras fuerzas en determinados programas de reconversión industrial en sectores específicos, la posibilidad de prestar apoyo financiero y fiscal a las empresas que se decidan a invertir o crear puestos de trabajo, etcétera. «La Diputación, a través de sus presupuestos, también puede constituirse en un importante agente, económico, creador directo e indirecto de puestos de trabajo, con una política saneada de inversión, que este año aumentará, con respecto a 1980, en un 20%».

Nombrados los comisionados para negociar el concierto

Tanto la Administración del Estado como la Diputación Foral de Navarra han designado ya a sus comisionados para que negocien el nuevo convenio económico. Por parte del Ministerio de Hacienda formarán parte de la comisión el titular del departamento, los directores generales de Tributos, Contencioso del Estado y Presupuestos el secretario general técnico del Ministerio, el delegado de Hacienda en Navarra y el subdirector general de Tributos Locales.Por la Diputación Foral de Navarra, los comisionados son su presidente, el diputado foral de Economía y Hacienda, el director general de Hacienda, el subdirector general de Hacienda, el subdirector de Tributos, un miembro de la secretaría técnica del departamento y el secretario de la corporación foral.

«Las negociaciones que Navarra ha iniciado con el Estado sobre la mejora del fuero y las nuevas competencias que la Diputación va a asurrtir van a tener una clara incidencia en las discusiones sobre el convenio económico», asegura Angel Lasunción. «De todos modos, entendemos que el nuevo convenio tendrá un ajuste finan ciero en cuanto a las aportaciones de Navarra al Estado, pero vamos a defender que en el impuesto sobre sociedades prime el criterio de territorialidad, de tal modo que las empresas que tengan su actividad aquí, con independencia del origen del capital, tributen en Navarra, cuestión que hasta ahora no ha su cedido. Otro tema que vamos a de fender es el relativo al impuesto sobre la renta de las personas físicas, ya que hasta el momento se necesita tener la condición civil navarra y residir aquí para tributar a la Diputación. Nosotros pretendemos», asegura, «que desaparezca la obligación de la condición civil y que contribuyan a la Hacienda foral los que viven aquí, sin más requisitos».