Ejecutado en Estados Unidos Steven Judy, asesino de una mujer y de sus tres hijos

Steven Judy, de veinticuatro años, fue ejecutado en la madrugada de ayer en la silla eléctrica de la prisión del Estado de Indiana, en cumplimiento de una sentencia de muerte. Judy es el cuarto condenado que ha cumplido esta sentencia en Estados Unidos desde que, en 1977, terminó la moratoria de diez años a la pena capital con la ejecución de Gary Gilmore, en Utah.

Para presenciar la ejecución, Judy sólo invitó a dos personas de fuera de la prisión: a su abogado, Steven (Harris, y a su padre adoptivo, Robert Carr.La Unión de Libertades Civiles y dirigentes religiosos de Indiana pidieron al gobernador del Estado, Robert Orr, y a la Comisión de Clemencia del Estado que conmutara la pena por la inferior, pero el gobernador, que mantuvo línea telefónica directa con la prisión, declaró que para acceder era necesario el consentimiento de Judy.

El Tribunal Supremo mantuvo también la sentencia.

En varias ocasiones, Steven Judy había declarado que prefería morir antes que pasar su vida en la cárcel.

Convicto y confeso de la violación y posterior asesinato de una mujer y de sus tres hijos, Judy dijo al jurado que lo condenó: « Mejor que votéis a favor de la pena de muerte. Si no lo hacéis, saldré y puede ser que uno de vosotros o de vuestra familia sea el próximo».

Steven Judy, con un historial de asaltos, robos y violaciones detrás, se confesó autor de la violación y muerte de Terry Lee Chasteen, de veintitrés años, y de sus hijos, Misty Ann, de cinco; Steve, de cuatro, y Mark, de dos años, el 28 de abril de 1979.

La carrera delictiva de Steven comenzó cuando sólo contaba trece años, cuando forzó la puerta del apartamento de una mujer a la que golpeó (hubo de ser intervenida quirúrgicamente de lesiones cerebrales) y violó.

Steven Judy manifestó que aunque le pusieran en libertad no podría integrarse en la sociedad, y asumió su pasado ante los periodistas en conferencia de Prensa que ofreció el pasado viernes en la prisión estatal de Michigan Cíty, al decir: «Honestamente, no puedo decir que lo lamente».

Judy, al pedir al jurado que lo condenara a la máxima pena, declaró haber tenido relaciones sexuales con 75 mujeres diferentes, incluyendo las veinte que dijo haber violado.

Steven Judy fue tomado como hijo adoptivo por la familia Carr a los trece años, cuando su madre se vio abandonada por su padre, y tenía un hermano de veintidós años. Ambos le visitaron el pasado sábado.

«No quiero que muera», declaró su madre, «pero el que mata a un hombre debe morir, y si vive y sale dentro de veinte años yo no dormiría tranquila».

La víspera de su ejecución, el domingo, la pasó en compañía de sus padres adoptivos.

Desde 1961 no se había vuelto a utilizar la silla eléctrica del Estado. Esta descargó 2.300 voltios sobre el cuerpo de Steven Judy.

Quedan en las cárceles de Estados Unidos 731 condenados a muerte. El anterior a Judy fue Jesse Walter Bishop, que murió en la cámara de gas de la prisión de Carson City, en el Estado de Nevada.