Se espera la contestación de los secuestradores de Quini
Los secuestradores que aún mantienen retenido al jugador del Barcelona Enrique Castro, Quini, no dieron señales de vida después de que el club azulgrana cumpliera el viernes su parte del trato inicial para la liberación del jugador. El Barcelona, tal como señaló ayer EL PAÍS, pagó ya los cien millones de pesetas exigidos. En el domicilio de Quini se aguardó con la inquietud lógica durante la anterior madrugada y el día de ayer la noticia de que Quini estaba, al fin, libre. A partir de ayer, sin embargo, se entra en un compás de espera que sólo concluirá con la determinación de los secuestradores en base a sus necesidades de seguridad.
Los indicios apuntados en torno a la posibilidad de que Quini fuese puesto en libertad en la madrugada del viernes, y concretamente hacia las cuatro, mantuvieron en vilo a la familia del jugador, a los dirigentes del club y a la própia policía. Desde los momentos de optimismo de las primeras horas se pasó poco a poco a la consideración,de que los secuestradores no iban a dar la respuesta rápida a la acción del pago del rescate realizada por el Barcelona.El club azulgrana, que tenía preparado el dinero prácticamente desde que tuvo éonocimiento de las exigencias económicas de los secuestradores, se decidió a pagar y a cumplir con el resto de situaciones jurídicas derivadas de ello. A nivel oficial se encontraban evidentes reparos en los organismos policiales y del Gobierno Civil a esta decisión. Los rostros de José Luis Núñez y Joan Gaspart, presidente y vicepresidente, respectivamente, del club catalán, reflejaban también en la noche del viernes una cierta relajación y optimismo. Todo estaba preparado y algunas filtraciones idicaban, incluso, varios puntos clave de la Ciudad Condal adonde podría llevarse a Quini en un primer momento.
Hacia la hora reseñada, una parte importante de la Brigada Especial Antisecuestros también se movilizó, mientras perma necían los controles de la policía, que mantiene su enorme desplie gue para conseguir concretar al gunas de las pistas que permitan llegar al posible lugar donde se encuentra Quini. La silueta de Castro, portero del Spórting de Gijón, se movía inquieta y ner viosa por el domicilio de su her mano, a la espera de la noticia de suliberación
No corre peligro
A partir de ayer, pues, se ha entrado en una especie de atollade Yo cuya duración va a depender, obviamente, de los planes de se guridad previstos por los secuestradores. En cualquier caso, estimaciones a nivel oficioso señalan que la vida de Quini no parece correr peligro. Hacia el mediodía de ayer, el gerente del Barcelona, Antón Parera, declaró que no se producirían más comunicados oficiales hasta que la liberación deljugador fuera un hecho.
La actitud de los secuestradores en las últimas horas, con su silencio, ha dado paso, por otra parte, a nuevas especulaciones en torno a su condición. Resulta innegable que mantener a Quini como rehén supone un peligro evidente, dada la popularidad del jugador y la incesante búsqueda de los más de 4.000 policías que intervienen en el asunto, así como de los ciudadanos barceloneses, siempre que los secuestradores mantengan a Quini dentro del radio de la provincia. Pero, por otro lado, a los secuestradores no les conviene arriesgarse a un desenlace negativo para ellos y, por tanto, buscarán su seguridad personal con el dinero en su poder antes de liberarle.
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