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Entrevista:

"UCD es, en estos momentos, el único partido que no se entera de nada"

Pregunta. ¿Qué le parece a usted la negativa. del presidente Calvo Sotelo a formar un Gobierno de coalición?

Respuesta. Lo primero que tengo que decir es que esa negativa no ha sido suficientemente explicada, porque las razones que se han dado, que UCD tiene suficiente fuerza hasta las próximas elecciones de 1983, y que la coalición podría dificultar el tratamiento del tema militar, ahora el más importante, no me convencen. Y ahora vayamos a ver cada una. La primera, porque es una incoherencia con nuestra sistema electoral. Todos los países de Europa que tienen un sistema proporcional como el nuestro cuentan con Gobiernos de coalición: ahí tiene usted a Holanda, a Italia, Francia, Portugal y a todos los demás, excepto Inglaterra, que emplea el mayoritario y que, de paso, le diré que es el que yo prefiero. Pero bueno, aquí tenemos lo que tenemos, y con ello hay que faenar. Yo lo digo muy a menudo, en fin, que uno no se puede vestir de buzo para ir a cazar perdices, ni se puede poner uno en traje de caza para hacer submarinismo, ¿verdad? Bien, pues aquí vamos vestidos de buzo a por las perdices.

Lo que no se puede decir es: mire usted, yo funciono con el sistema holandés, o italiano, pero luego gobierno a la inglesa, que es lo que hacen estos señores de UCD. Y eso no es posible, y la mejor prueba la tenemos en lo que acaba de ocurrir. Decía el otro día el presidente de UCD, el señor Sahagún: «¡Ah!, pero es; que nosotros hemos ganado las elecciones». Claro, pero ¿cómo las han ganado ustedes? Pues negociando el artículo 27 con unos, el 38 con otros, sacando unas leyes que son unos ciempiés y no hay por dónde cogerlas. El resultado es que el Gobierno minoritario no tiene posibilidades, en mi opinión. Y hablo de un Gobierno minoritario, y no de éste, porque éste encima es el mismo de antes. Y por lo demás, yo comprendo perfectamente las posiciones muy respetables que algunos han tomado, quizá porque no se les ha explicado bien el asunto. Me consta que a determinados grupos sociales se les explicó que la coalición significaba gobernar los grupos al 50%, y esto no era así; nadie lo planteó ni lo pidió.

De lo que se trataba era de sacar un Gobierno fuerte que en estos momentos, por una de sus partes, diera garantías a los militares de que se van a hacer las cosas en serio, de que no va a haber nuevos intenllos de colarles la Unión Militar Democrática (UMD); y, por la otra parte, que se pudieran dar a su vez garantías serias también a los sindicatos, para que participaran en la idea de que si estos son tiempos de apretarse el cinturón, será porqiae luego habrá otras compensaciones. Este es el Gobierno que, en mi opinión, sería conveniente hacer. Y, por tanto, no voy a insistir más en ello.

Una vez más me convenzo de que UCD no tiene arreglo, porque es el único grupo que no se entera nuncia de nada, y que quiere ir sencillainente con la comodidad de las carteras, pero, claro, ahora, sabiendo lo que ha pasado, no se nos pue,de negar que esa conducta política nos puede llevar a situaciones muy difíciles, y ¡ojalá nos equivoquemos todos! Dios lo quiera, pero yo, personalmente, me remito a mi discurso de la investidura, que ahora se ha demostrado lo bueno que era y lo previsor que era.

P. ¿Usted cree que ese Gobierno de coalición no ha sido posible por la oposíción de los militares a ver a la izquierda en el Ejecutivo sinque medien elecciones?

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R. Hay que tener mucho cuídado al hablar de esas cosas en estos momentos; porque, como es natural, lo que hay que hacer cuanto antes es crear un sistema de interlocutores válidos que, evidentemente, no ha habido, y no se puede decir ahora «los militares dicen esto o lo otro », porque falta el interlocutor. Pero yo, sinceramente, creo que eso que me pregunta no está demostrado, al contrario. Lo único que sí está probado es el deseo de monopolio del poder político por parte de algunos, es lo único.

P. Ha dicho que últimamente no existía un interlocutor válido entre los militares y el Gobierno.

R. Sí, y esa figura me parece necesaria y fundamental, porque lo que no se puede es seguir haciendo leyes militares sin saber lo que piensan los afectados, que son los que la van a tener que sufrir en su carne. Ni se puede hacer una disposición de amnístía milítar sín consultarlo antes, y ahora, claro, ha habido que tragársela de manera vergonzante. Para eso y otras muchas cosas debe existir esta figura de diálogo.

'La ausencia de un interlocutor con los militares influyó en el golpe'

P. Entonces, ¿usted piensa que esa ausencia de interlocutor ha podido influir en el intento de golpe de Estado?

R. Bueno, es evidente que cuando se dio el paso insensato de la UMD, y en él participaron todos los grupos parlamentarios, hay que decirlo, menos el nuestro, se puso en marcha una tentación muy seria para un sector de gente. Y de la misma manera, cada vez que muere un general asesinado por los terroristas y no se hace absolutamente nada. Ahora por lo menos se va a los entierros, pero antes ni eso, y desde luego esa tentación también se pone en marcha. A mí me parece muy bien que a los militares no se les pregunte qué opinan sobre el divorcio. Es obvio. Pero no preguntarles por su propia organización, por su política de personal, y en general sobre la política, cuando ellos se emplearían a fondo y muy bien contra la lucha revolucionaria, me parece sencillamente una insensatez, una falta total de sentido común. Y ahora uno oye declaraciones de aurora boreal, como las de un ex presidente del, Gobierno español, cuando dice: «Yo no me he fiado nunca del general Armada ». Pues oiga usted: ¿a quién le echa la culpa entonces? ¿No era usted el presidente del Gobierno? O cuando uno oye al ex ministro de Defensa, el señor Sahagún, decir « ¡Estas cosas no deben volver a ocurrir. Yo no sabía nada! », pues que me cuenta usted, vamos, era usted precisamente quién débía haberlo sabido. Eso es realmente de risa, y revela la irresponsabilidad con que hemos sido gobernados en los últimos años, cosa que algunos, por cierto, ya lo habíamos dicho. Sólo que ahora todo el mundo parece que lo ve claro...

P. Y, a su juicio, ¿cómo podría resta lecerse de nuevo esa comunicación?

R. Pues nada, es evidente: que las partes fundamentales del Ministerio de Defensa vuelvan a funcionar. Es decir, que el ministro hable con la gente, con los militares, como parece que ya se ha empezado a hablar ahora. Que vaya allí, no con un espíritu de desconfianza, ni estando en una esquinita del Ministerio por decirlo de alguna manera, sino en medio de él y manejando la situación.. Que se tomen las medidas adecuadas, que le den una función nítida al Ejército: por eso yo soy tan partidario de la entrada en la OTAN, porque hay cosas que el Estado español solo no puede hacer, y que se facilitarían mucho entrando en una organización más amplia; que se hagan leyes que tengan sentido común.... todo eso. Y, por supuesto, no hacer más generales del Palmar de Troya, dejar que esto siga su propio sistema de ascensos. Eso es lo que hay que hacer.

P. Por parte militar, ¿quién o quiénes serían, en su opinión, esos interlocutores válidos?

R. Muy sencillo. Por un lado, una junta de jefes de Estado Mayor que esté a la altura de las circunstancias, y con eso no quiero decir que la actual no lo esté, desde luego. Una junta dejefes a la que se le escuche y a la que se le dé fuego no solamente cuando el fuego ya está encendido, ¿verdad?, sino a su debido tiempo. Y los otros interlocutores validos serían, sin duda, los consejos superiores de cada uno de los Ejércitos. Si haber interlocutores sí que hay, como vemos El problema es que hasta ahora no se les ha hecho ni el más ligero caso, según la información que yo tengo.

P. ¿Cómo valora la presencia de Leopoldo Calvo Sotelo en la capilla ardiente del comisario asesinado eljueves por ETA?

R. Pues me parece muy bien. Sólo habría que objetar que, como se limite a eso, va listo, ¿verdad?, porque va a tener que ir muchas veces. El señor Calvo Sotelo tendría que haber dícho: «Yoy a venir a todos los entierros, pero a partir de ahora vamos a ir pocas veces, porque va a caer mucha menos gente, y por cada uno que caiga de los nuestros van a caer más de los otros». Eso es lo que el país está esperando.

P. ¿Cómo terminaría usted con el problema del terrorismo vasco?

R. No hay más que un sístema: se coge a los terroristas, Se les quita su impunidad actual y se les mete en la cárcel. Por cierto, ¿verdad?, también disparando sobre ellos con la misma eficacia que ellos emplean, o con el doble de eficacia si fuera posible.

'Al Ejército, o se le deja defenderse dentro de la Constitución, o puede tener tentaciones'

P. Usted seguirá siendo partidario de declarar allí un estado de excepción temporal...

R. Sin duda ninguna. Lo considero necesario, y hoy está perfectamente claro que al Ejército o se le deja defenderse dentro de la Constitución o puede tener otras tentaciones. Y que conste que esto, después de lo que ha pasado, es algo más que una hipótesis.

P. Sin Embargo, esos no parecen ser los deseos del Rey. En el último número de la revista Interviu hay una frase atribuida a Su Majestad que dice: «Algunos quieren que llame a las Fuerzas Armadas para restablecer el orden en el País Vasco. No lo haré. El Ejército no debe apoyar a un partido político».

R. Tengo la sensación de que sobre esa entrevista entera, y, por tanto, esa frase en particular, no existe garantía ninguna de que haya sido efectivamente pronunciada por el Rey. Naturalmente, está claro que en todo caso esas decisiones son propias del Gobierno responsable de Su Majestad, pero yo tengo informaciones y motivos para pensar que son frases no dichas para ser publicadas; no todas comprobadas, sacadas de contexto, y que no son de este momento. En todo caso, repito que sobre este punto me atengo, como parlamentario y comojefe de un grupo a lo que diga el Gobierno responsable de la nación.

P. ¿Usted es también partidario de ¡legalizar a los dobles políticos de los grupos terroristas?

R. Absolutamente partidario. Creo que ese tema habría que ponerlo todo en manos de un organismo imparcial, con fiscales yj« ucces, para que tomase la decisión de ,decir que todo grupo que haga apología del terrorismo, toda publicación que vaya claramente a la destrucción de la Constitución, en fin, todo sector que sea el brazo político de un grupo terrorista, tiene que pasar por la piedra. Y me da igual que sean de derechas o de izquierdas. Todos juntitos en el mismo coche celular.

P. Le voy a hacer la última pregunta igual que a Santiago Carrillo: ¿Qué hubiera hecho si hubiera triunfado el golpe del día 23?

R. Se lo voy a decir con toda franqueza. ¿Ve usted todos esos libros que hay ahí, en la parte de arriba del mueble? Forman parte de uno que estoy escribiendo sobre Inglaterra, y una de las cosas que pensé durante aquella noche, si suprimían las sedes y los partidos, era en cómo sacar de aquí todos estos libros. Aun así, y mejor así, claro, lo voy a escribir, aunque con el golpe lo hubiera hecho antes porque hubiera tenido más tiempo. Mire, mire que libros tan buenos tengo sobre Inglaterra. Y el mío, cuando lo acabe de escribir, será precioso, dicho sea con perdón.

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