El Batallón Vasco Español reivindica el asesinato de un obrero de Andoaín
Francisco Javier Ansa, de 36 años, obrero metalúrgico, fue asesinado ayer por dos encapuchados que abrieron fuego contra él cuando esperaba el autobús para dirigirse a su trabajo, en las afueras de Andoaín (Guipúzcoa). Mediante llamadas telefónicas a medios informativos de Bilbao, una persona que dijo hablar en nombre del Batallón Vasco Español (BVE) reclamó la autoría del atentado para esta organización, que ya el viernes había disparado contra el propietario de un bar en Hernani, hiriéndole de gravedad.
En algunas esferas relacionadas con la izquierda vasca, pudo captarse ayer cierto optimismo sobre la posibilidad de esclarecimiento del asesinato de Ansa. Según la versión de tales fuentes, «alguien se ha pasado de la raya, inscribiendo los atentados de extrema derecha, de forma clara, en la estrategia provocadora y golpista a nivel de todo el Estado español». Esta circunstancia facilitaría una investigación a fondo de la cadena de agresiones ultraderechistas en la zona, para la que ya existen, al parecer, algunos datos de interés a disposición de las autoridades.Francisco Javier Ansa estaba soltero y era una persona de vida solitaria y retraída. De constitución enfermiza, sufría ataques nerviosos con alguna frecuencia, y se le consideraba apolítico, aunque un hermano suyo es teniente de alcalde del Ayuntamiento de Andoaín, elegido por el Partido Nacionalista Vasco. También era pariente, aunque más lejano, del joven de diecisiete años José Ramón Ansa, que apareció muerto con un tiro en la nuca el 6 de mayor de 1979.
El atentado de ayer fue perpetrado minutos antes de las ocho de la mañana. Francisco Javier Ansa había recorrido caminando los doscientos metros que separan el caserío Antxisu, donde residía con su familia, de la carretera Andoaín-Hernani. Allí se detuvo frente a la fábrica Kraft, a la espera de que llegara el autobús para trasladarse al taller de construcciones electromecánicas Fierro, donde, estaba empleado.
A la hora indicada, se detuvo ante Ansa un automóvil del que descendieron dos encapuchados, que hicieron cinco disparos de pistola. Dos proyectiles alcanzaron a la víctima en la cabeza, hiriéndole de muerte, mientras otros dos iban a estrellarse contra la carrocería de un automóvil aparcado muy cerca. Los agresores regresaron a su vehículo, en el que les esperaba al menos otra persona, y se dieron a la fuga. La Guardia Civil localizó más tarde cuatro casquillos de bala, del calibre 7,65.
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