Ceferino Carrasco ganó dos pruebas en la Zarzuela

Ceferino Carrasco ganó dos de las seis carreras, que se disputaron el domingo en la Zarzuela. Carrasco logró vencer en las dos pruebas reservadas a los caballos de tres años. Con Tawil se impuso en el Premio Snobissimo, para los no ganadores, y con Fanático, en el Premio Monte de El Pardo, en el que debutaron diez ejemplares. La cuadra Mendoza, favorita de la reunión, venció con Tijuana Blue y fue segunda con Rockero.

El programa de la reunión del domingo daba una clara preferencia a los caballos de tres años y dedicaba dos de sus pruebas a ellos. Quince caballos nada menos corrieron el Premio Snobissimo, para los tres años nacionales, pero que cumplieran el requisito de no haber ganado todavía una carrera. Tawil era el favorito de la prueba al haber obtenido el año pasado en sus últimas actuaciones dos clasificaciones. La segunda plaza en esta carrera fue para el debutante Kafka, que gustó mucho. En esta carrera había gran expectación por ver a Everbric, un hijo de Rubric criado por la Venta de la Rubia, que defraudó al ocupar tan solo la sexta posición.Ceferino Carrasco parece haber recuperado la forma después de haber estado la temporada pasada castigado sin licencia profesional por monta insuficiente. Carrasco, este año está montando con asiduidad los caballos de la preparación de Aldo Jacobi, a los que pertenece Tawil, un ejemplar a tener en cuenta en el futuro.

Los diez caballos que corrieron el Premio Monte de El Pardo eran debutantes, y todos ellos, salvo Fanático, acusaron una clara falta de forma. Fanático ganó la carrera, entre otras cosas, porque fue el ejemplar que mejor preparación tenía. Los demás, incluyendo a los tres favoritos, Celestial Bridge, Rockero y Trubia, apenas sabían galopar.

La cuadra Mendoza, favorita en la reunión, ganó con Tijuana Blue, una yegua que día a día confirma su valor, y fue segunda, con Rockero, en el Monte de El Pardo. A lo largo de la reunión corrió el rumor de que Román Martín iba a marcharse de la cuadra Mendoza, con la que tiene contrato, pero tanto el jinete como el propietario desmintieron rotundamente la noticia.

El domingo, por primera vez, algunos aficionados tuvieron oportunidad de ver el control filmado de las carreras. Los privilegiados, una vez más, fueron los socios del hipódromo, que en número suponen menos de la mitad del total de personas que se van a la Zarzuela.