En el Congreso
Para el español de a pie es fascinante el espectáculo que nos proporciona Televisión Española cuando «repican gordo» en el Congreso. Leí el otro día que un diputado inglés decía que si en su país se televisaran los debates de los Comunes, se acabaría allí la democracia. No sé si aquí se va o no a acabar apenas empezada, pero, al contrario que con otros espectáculos que se promocionan con la televisión, este que comento potencia el abstencionismo, al vérsele el plumero a nuestros diputados.¿Es serio que García Pérez diga ahora a UCD cómo están sus pobres de Málaga cuando el escaño lo consiguió en las listas de este partido? Si su pensamiento político era el expresado, debería haber estado afiliado al PSOE, PCE o a algún partido más a la izquierda. ¿Honestamente podía pensar que UCD, con el mandato de sus votantes -democristianos, «azules», burgueses, liberales, pancistas, algún despistado socialdemócrata y muchos de AP, por aquello del «voto útil»- podía gobernar de otra manera sin quedarse solos en los próximos comicios?
¿No es demencial -y soy andaluz- que tres vascos -Solchaga, Vizcaya y Bandrés- presionen una vez más al candidato a la Presidencia del Gobierno para que les «entregue» Navarra, permitiéndose el último, con el más puro estilo nazi, amenazar con el polvorín y la mecha? Toda España tuvo ocasión de escuchar al único navarro con voz y sin disciplina de partido -Aizpún- con representación de parte del pueblo navarro, lo que ha expresado este pueblo por medio de su Diputación Foral, que supongo compuesta por navarros.
Si a Fraga se le llena la boca diciendo que lo importante es España, ¿cómo se permitió hacer un discurso electoralista?
Sagaseta se aprendió en los célebres cuarenta años lo del contubernio judeo-masónico-marxista y lo emplea constantemente, solo que al revés.
¿Es de recibo que Piñar diga que le horroriza la violencia?
Con este panorama no sé de qué se extrañan nuestros políticos y comentaristas cuando el español, al que no le han comido el coco, se queda en casa leyendo el día de los comicios./
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.