Un "volante inercial" podría ahorrar combustible en los autobuses de Madrid
Un volante inercial, mecanismo que permitiría economizar hasta un 35% de combustible y también reducir la contaminación, podría ser instalado en los próximos meses en los autobuses madrileños, si prosperan las conversaciones que actualmente llevan a cabo representantes del Ayuntamiento de Madrid, directivos de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y la empresa Eurotren Monoviga. Según informó a EL PAIS el ingeniero Julio Pinto Silva, presidente de esta entidad, se han entablado conversaciones para instalar este mecanismo en uno de los autobuses de la EMT, con el fin de realizar las pruebas experimentales.La operación consistiría en sustituir el motor diesel de 250 caballos de vapor que actualmente llevan los autobuses madrileños por otro menor de 169 caballos de vapor y aplicarle el volante inercial, cuyo mecanismo se basa en un sistema de recogida de la energía sobrante producida por el motor. El vehículo recupera así su propia energía de frenado y consigue una aceleración, sin necesidad de aumentar y disminuir continuamente las revoluciones del motor, ya que éste se mantiene girando en el punto óptimo del régimen de propiedad.
Con esta aplicación al motor, cuando el vehículo está encendido pero permanece parado, se va recogiendo la energía que no está empleando y, a través de una serie de procedimientos técnicos, emplearla en otros momentos. Sobre recorridos cortos, entre dos y tres kilómetros, el vehículo podría alimentarse sin necesidad de encendidos sucesivos del motor con la energía que acumula en su frenado.
El tren modular Monoviga
Paralelamente a las conversaciones con el Ayuntamiento madrileño, en las que también participa el Centro de Estudios de la Energía y otros organismos, los promotores del anterior sistema están manteniendo negociaciones para la futura instalación de un sistema de transportes viales de nueva técnica para enlace de algunas zonas de la provincia. Se estudia, en concreto, la instalación de un tren modular Monoviga entre los municipios del norte de la capital y ésta, para lo cual se han iniciado conversaciones con los municipios afectados y entidades particulares.El tren modular, según el ingeniero Julio Pinto Silva, sería un convoy ligero (unos 120 kilogramos por plaza), con ruedas neumáticas, que podría alcanzar los doscientos kilómetros por hora. Estaría formado por módulos cortos, de unos cuatro metros, no unidos con topos como los trenes tradicionales, sino articulados por una rótula periférica, una unidad única articulada, sin segmentos, un todo que se va adaptando a la vía, una viga de instalación aérea.
Sus ruedas, señala Pinto Silva, no tienen la disposición normal -opuestas a través de un eje-, sino que tendrán una posición tangencial, con lo que disminuye la resistencia a su paso y, por tanto, el desgaste. En las pruebas experimentales se ha llegado a rebajas en este punto de hasta un 25%. Su tracción hidrostática es la más ligera existente, aplica frenos hidrocinéticos y todas las últimas técnicas de señalización modernas.
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