El árbol que quería vivir.
Y lo consiguió. A pesar de que alguien colocó sobre la semilla un viejo Opel de hace años. El árbol que quería vivir hizo un esfuerzo mayor y, a base de atravesar la chapa del camión, consiguió llegar al aire. Y vivió. La escena procede de un cementerio de automóviles situado en el distrito de La Latina, condenado ya a la desaparición para dejar, en el lugar que hoy ocupa, un nuevo parque ciudadano. El Ayuntamiento, por boca de su primer teniente de alcalde, asegura que en el momento de retirar el camión para ser definitivamente convertido en chatarra el árbol será conservado «para cobijo de pájaros, arriba, y de niños, abajo». Es lo menos que se merecía el esfuerzo de un árbol que, a pesar de Madrid, quería vivir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.