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El ingreso de España en la OTAN exigirá una inversión de 64.000 millones de pesetas

Soledad Gallego-Díaz

La adhesión de España a la Alianza Atlántica exigirá una inversión de aproximadamente ochocientos millones de dólares (unos 64.000 millones de pesetas), destinados a la estandarización de la organización y equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas, así como un aumento considerable del presupuesto nacional de Defensa. Así se explica en un documento elaborado en Bruselas por el Grupo para la Investigación y la Información para la Paz (Gripa).

El Gripa fue creado hace dos años y medio por un grupo de periodistas políticos y profesores de universidad de distinta procedencia ideológica, aunque, en términos generales, se puede decir que predominan los socialistas, socialdemócratas y cristianos progresistas. Cuenta con una subvención oficial del Ministerio belga de Cultura francófono y se dedica fundamentalmente a la elaboración de informes sobre temas relacionados con la distensión y la defensa. Entre sus últimas publicaciones figura un estudio sobre la influencia de los militares en la política de la Unión Soviética, que fue ampliamente recogida por la Prensa internacional.En relación con el coste de la integración en la Alianza Atlántica se señala que el presupuesto de Defensa español, que puede parecer elevado en relación con el presupuesto nacional, es netamente inferior a la media de los países de la OTAN si se tiene en cuenta el producto nacional bruto. El Ejército de Tierra aparece como el menos integrado en las estructuras militares occidentales. La estandarización de su equipo supondrá, entre otras cosas, dejar de ser un importante cliente de Francia. Actualmente, el Ejército español dispone de doscientos carros de combate AMX de procedencia gala, así como de treinta Mirage 111-E y veinticuatro Mirage F-1CE. París tiene expectativas de vendernos otras setenta unidades. El Gobierno español concede, sin embargo, especial prioridad a la compra de un centenar de cazabombarderos ultramodernos de procedencia norteamericana, F-16 o F- 18.

Entre 1967 y 1976, España realizó compras de armamento por valor de 920.000 millones de dólares, repartidos del siguiente modo: Estados Unidos, 645.000 millones (70,1%); Francia, 161.000 millones (17,5%); Canadá, 30.000 millones (3,3%), y otros 84.000 millones (9,1%).

El informe añade que el cuerpo del Ejército español más asimilable desde el primer momento a las normas de la OTAN es la Marina, que se ha beneficiado desde 1970 de un plan de modernización. «Una de las grandes ambiciones de la Marina española es la construcción de un portaviones moderno. Parece que la decisión fue adoptada en 1978, que su precio se elevará a unos doscientos millones de dólares y que será del tipo americano Guam.

España, en el Iberlant

En el plano estratégico se afirma que España forma parte, dentro de los esquemas aliados, del llamado Iberlant (Mando del Atlántico Ibérico), pero que la preocupación nacional de defensa se centra más en el Sur (Marruecos, Argelia, Sahara, Canarias) que en el Este. Se recuerda que la solución del problema de Gibraltar (el ingreso de España en la OTAN ayudaría a encontrar un compromiso con Gran Bretaña para la instalación de una base conjunta de uso aliado) puede desencadenar una reacción en Marruecos, que reclama Ceuta y Melilla.En relación con las islas Canarias, el informe del Gripa afirma que el archipiélago tiene un gran valor geoestratégico: por él transitan cada año más de trescientos millones de toneladas de petróleo. «En caso de instalación de bases de la OTAN en las islas Canarias, un buen número de Estados africanos podrían considerar esta presencia como una amenaza y, en este caso, sostener los movimientos independentistas. La URSS podría sostener también esa posición». « Por esas razones», precisa el informe, «la diplomacia española es cada día más activa en Africa negra y es también, sin duda, por esta razón por la que no aceptará la instalación de la OTAN en las Canarias. Entre los argumentos favorables a la integración de España en la Alianza Atlántica, el Gripa recoge los siguientes: el ingreso, de nuestro país compensaría la ventaja en hombres y armas convencionales de que disfruta actualmente el Pacto de Varsovia; neutral o no, en caso de gran conflicto, el país estaría de todas formas implicado; la neutralidad es muy cara; si España se encuentra inmersa en un conflicto bilateral podrá contar con la solidaridad de sus aliados; se aseguran las inversiones extranjeras.

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La relación de argumentos negativos, es igualmente prolija: la OTAN supone un instrumento que garantiza y defiende la penetración del capital americano en Europa; los factores anticomunistas prevalecen sobre una auténtica defensa de la democracia (caso de Grecia y el Portugal de Salazar); la OTAN no garantiza la defensa de las zonas propicias al conflicto desde el punto de vista español (norte de Africa, Canarias); la integración supone un coste monetario muy elevado y un permanente esfuerzo.

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