El primer ministro portugués se enfrenta mañana a los "críticos" del Partido Social Demócrata
Oficialistas y críticos medirán, a partir de mañana, sus fuerzas en el VIII Congreso del Partido Social Demócrata (PSD) portugués, principal integrante de la Alianza Democrática, actualmente en el poder.
Esta terminología no se debe a una eventual identidad de posiciones con los sectores así denominados de la Unión de Centro Democrático (UCD) de España -imposible, dados los contextos tan diferentes en que se mueven ambos partidos-, sino a la similar manera de situarse en relación alGobierno y a su jefe, que es a la vez presidente del PSD, Francisco Pinto Balsemão.La sorda oposición que se dejaba sentir en las filas socialdemócratas y en la propia coalición gobernante, frente al sucesor de Francisco Sa Carneiro (muerto en accidente de aviación en vísperas de las elecciones presidenciales, el año pasado), ha acabado cristalizando en estos días que preceden a la apertura del congreso, mañana, en Lisboa.
La existencia de dos bloques queda bien patente ante la formalización de dos listas para la elección de la Comisión Política, órgano ejecutivo del partido.
Los políticos que integran o apoyan la lista que enfrentará a la que propone la actual ejecutiva -presidida por Pinto Balsemão- tienen en común el ser considerados como «sacarneiristas incondicionales», así como el haber dejado constancia de sus reservas frente a la elección de Baisemão como presidente del partido.
Altamente significativo es que el sector crítico haya presentado un proyecto destinado a prohibir la acumulación de cargos directivos del partido con funciones gubernamentales.
La oposición de Balsemão cuenta con la simpatía, mal disfrazada, del segundo partido de la coalición, el Demócrata Cristiano, de Freitas do Amaral, y con apoyos en la in fluyente juventud socialdemócrata, que ha manifestado en forma reiterativa su intolerancia en relación al, Gobierno. Los jóvenes del PSD han centrado sus críticas en el ministro de Educación y han lanzado un auténtico ultimátum al de Transportes, así como al propio primer ministro, exigiendo «toda la verdad» sobre las circunstancias de la muerte de Sa Carneiro.
Entre los críticos más destacados están la secretaria personal de Sa Carneiro y los ex ministros Eurico de Melo y Cavaço e Silva (que se negaron a permanecer en el gabinete de Pinto Balsemão). De Melo encabeza la lista del sector crítico.
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