La tragedia en la discoteca dublinesa pudo ser provocada

Sólo han podido ser identificados, hasta el momento, veinticuatro de los por lo menos 56 muertos del incendio registrado, la madrugada del sábado, en la discoteca Stardust, de Dublín, informó ayer la policía. La hipótesis de que la tragedia haya sido provocada cobra paulatinamente más peso.Puede que se precisen varias semanas para la identificación completa de las víctimas, dificultada por el estado irreconocible en que han quedado algunas de ellas. Las extensas quemaduras de nueve de los 150 heridos, muchos de estos graves, del incendio hace temer a los médicos por la vida de varios de ellos.

El primer ministro irlandés, Charles- Haughey, confirmó que la policía investiga declaraciones de dos testigos que afirman haber visto cómo dos jóvenes prendían fuego a una silla en la zona donde se originó el incendio. Más de doscientos policías participan en la recogida de declaraciones de testigos. Un equipo de encuesta ha interrogado ya a unas ochocientas personas.

El domingo pasado una madre que temía que hubieran muerto sus tres hijos en la discoteca, sufrió un colapso y murió al recibir la noticia de que los tres estaban sanos y salvos. Mary Coyne, de cuarenta años, no pudo resistir la emoción originada por la tragedia y la que le produjo posteriormente la noticia de que sus hijos estaban vivos.