Desconvocada la huelga que los trabajadores de Gas Madrid mantenían desde el pasado lunes

Los trabajadores de Gas Madrid acordaron ayer desconvocar la huelga iniciada el pasado lunes, ante los acuerdos logrados en las negociaciones mantenidas desde el pasado jueves entre miembros de la dirección y el comité de empresa. A pesar de que, al principio, se temió una falta de suministro, que hubiera afectado a unos 350.000 usuarios, lo cierto es que sólo algunas zonas de los alrededores de Madrid sufrieron, desde el miércoles, un ligero descenso en la presión del gas recibido, sobre todo a últimas horas de la noche.

La huelga, que ayer entró en su sexto día, fue desconvocada ante el resultado de la votación realizada por los 350 trabajadores que se reunieron en asamblea para ser informados de la marcha de las negociaciones.Según informó el comité de empresa, votaron a favor de la desconvocatoria 204 trabajadores, en tanto 135 se mantenían a favor de la continuidad del paro y once se abstenían.

Los puntos acordados cifran el aumento salarial en el 15 %; se revisarán los sueldos en julio, con efecto retroactivo desde enero, en la cuantía en que el índice de precios al consumo supere el 6,6%; se cobrarán trienios en vez de quinquenios, como ocurría hasta ahora; se contratará, al menos, a treinta personas, gracias a la disminución de horas extras e incentivos; se librará un sábado de cada dos durante todo el año, incluida la época de verano, en la que hasta ahora se trabajaba todos los sábados, y se realizarán mejoras en la composición y actividades de la comisión de seguridad e higiene en el trabajo.

Dado que hoy es domingo, día en el que trabaja menor plantilla de la habitual, será mañana cuando los trabajadores se reintegren a sus puestos de trabajo.

Se pone fin así a un conflicto que apenas ha sido sentido por los usuarios, a pesar de las continuas observaciones de seguridad dadas por la dirección, y los reiterados avisos de los trabajadores de que se estaba reduciendo la producción y se estaba regulando la presión que sale de las subestaciones hacia las viviendas e industrias.

Unicamente desde el miércoles se dejó sentir una menor presión en las zonas más alejadas de la capital, sin que en ningún momento sus habitantes se vieran imposibilitados para cocinar, utilizar los calentadores o encender las calefacciones.