El ejecutivo de UCD desea controlar la formación del Gobierno de Calvo Sotelo

El comité ejecutivo de Unión de Centro Democrático (UCD), que se reunirá el próximo lunes, desea conocer no sólo los planteamientos programáticos con los que Leopoldo Calvo Sotelo piensa gobernar, sino también los criterios con los que proyecta formar su Gobierno. El proceso de formación del nuevo Gabinete, junto a este deseo de control por el partido, sigue viéndose complicado por la postura inflexible del ministro de Justicia sobre el proyecto de ley de divorcio, que está siendo presionado desde el interior de su propio grupo socialdemócrata.

Fuentes competentes del partido centrista han señalado que responde únicamente a la lógica el deseo del ejecutivo de conocer las intenciones del candidato de UCD a la presidencia del Gobierno. No obstante, en otros medios se interpreta la actitud de la dirección del partido como un deseo de controlar hasta donde sea posible la formación de¡ nuevo Gabinete, y vigilar el equilibrio interno. El mismo lunes, Calvo Sotelo se reunirá, a las 8.30 de la tarde, con el Grupo Parlamentario Centrista del Congreso. Por otra parte, en los últimos días se han producido presiones cerca del ministro de Justicia y líder del grupo socialdemócrata, Francisco Fernández Ordóñez, para que flexibilice sus posiciones sobre el proyecto de ley de divorcio. Según fuentes de este sector centrista, las presiones provienen del interior del propio grupo, y están orientadas a que la actitud de Ordóñez no impida la permanencia de los ministros socialdemócratas en el Gobierno. El propio Ordóñez ha desmentido que el pasado jueves se entrevistase con Calvo Sotelo. Sin embargo, otros medios indican que el líder socialdemócrata se ha entrevistado al menos con Juan Antonio García Díez, quien le habría aconsejado flexibilizar posturas sobre el tema del divorcio, con objeto de no complicar la situación.

Estas gestiones han terminado sin acuerdo, y como consecuencia de ello, García Díez podría optar por permanecer junto a Calvo Sotelo, de quien viene siendo directo colaborador como ministro de Economía -con posibilidades de ser vícepresidente económico-, mientras se aleja progresivamente de Ordóñez.

Ante las noticias aparecidas ayer sobre una posible flexibilización de su postura, Fernández Ordófiez declaró ayer que ratifica plenamente las manifestaciones hechas a EL PAÍS en el senntido de que no está dispuesto a aceptar ninguna modificación del proyecto antes de su debate en el Pleno del Congreso.

Al hacerle notar que el Senado podría intentar modificar la ley, el ministro insistió en que no puede «impedir que en el Senado hagan enmiendas».

Al parecer, las presiones sobre Ordóñez han intentado ante todo que accediese a modificar el proyecto antes del Pleno del Congreso, ya que una vez llegado a éste ciertos sectores conservadores temían que el ministro imponga, sus tesis contando con el apoyo de los votos de su grupo socialdemócrata y los de la izquierda. Este bloque de votos podría operar contra las enmiendas del Senado, cuando la ley vuelva de esta Cámara a la de los Diputados.

En relación con este tema, el senador Villar Arregui declaró ayer a EL PAÍS que lamenta que el ministro de Justicia no acepte un debate público con él sobre el divorcio, ya que pretendía que «las respectivas posiciones pudieran contrastarse con transparencia ánte la opinión pública».

Paralelamente, la muerte del presunto etarra José Arregui Izaguirre puede imposibilitar el voto favorable de los diputados vascos a Calvo Sotelo. El presidente del PNV, Xabier Arzallus, manifestó ayer a EL PAÍS a este respecto que «desde luego, si se confirma que ha habido torturas, podría tener influencia sobre el voto del PNV en la investidura», y añadió, que «será muy difícil apoyar una política de Gobierno que admita estas cosas».

Hasta ayer las negociaciones se desarrollaban normalmente en Madrid entre el ministro Rodolfo Martín Villa, por parte gubernamental, y por parte vasca el diputado Marcos Vizcaya y el consejero de Trabajo del Gobierno vasco, Mario Fernández. Este es además presidente de la delegación vasca en la Comisión Mixta de Transferencias y hombre de confianza de Carlos Garaikoetxea. El propio Calvo Sotelo recibió ayer a Marcos Vizcaya.