Jaruzelski, presentado al Parlamento polaco como un partidario de soluciones políticas
Wojciech Jaruzelski se convirtió ayer en el primer militar que encabeza un Gobierno en Polonia desde el final de la segunda guerra mundial, al ser aprobado su nombramiento unánimemente por el Parlamento polaco (Sejm), con dos abstenciones, la del propio Jaruzelski y la de un diputado del partido democrático, coaligado con el POUP (comunista) en el Frente Nacional. El primer secretario del partido comunista, Stanislaw Kania, presentó a Jaruzelski como «un hombre siempre opuesto a las acciones que supongan tensiones sociales» y que «fue un elemento básico en la búsqueda de soluciones políticas».Ayer, primer día desde hace semanas, que no hubo ninguna huelga en Polonia, Jaruzelski hizo un llamamiento al Ejército desde el Sejm, garantizando que siempre «estará con los soldados» y refiriéndose a la situación actual «como el momento, quizá, más difícil de nuestra historia de la posguerra». Y expresó su confianza en que el Ejército polaco seguirá fraternizando con los otros ejércitos del Pacto de Varsovia y perfeccionando su capacidad combativa «para garantizar la independencia de la patria socialista».
Duro discurso de Kania
Por su parte, Stanislaw Kania, en un discurso inusitadamente duro, afirmó categóricamente que «la contrarrevolución no pasará» y, en lo que se interpreta como una llamada «al orden» y «la razón», añadió que «la patria socialista corría grave peligro ». Kania aludió con claridad meridiana a la preocupación del resto de los países socialistas por el restablecimiento de la paz y el orden en Polonia.
El Parlamento aprobó igualmente que Jaruzelski mantenga la cartera de Defensa, con lo cual la política ejecutiva recaerá en el colectivo de viceprimeros ministros, entre los que no se prevén cambios por ahora.
Jaruzelski presentará hoy su lista de Gobierno, en la que se espera el cambio de algunos ministros, sobre todo aquellos que en los últimos cinco meses no han dado pruebas de eficacia en sus relaciones con los sindicatos libres Solidaridad, que preside Lech Walesa.
La permanencia de Mieczyslaw Jagielski, negociador de los acuerdos de Gdansk, como viceprimer ministro, se interpreta como un signo de continuidad en la política emprendida después de los acuerdos del verano pasado en Gdansk, Szczecin y Jastrzebie.
Esta línea liberal, representada por Jagielski, sería reforzada con el probable nombramiento como viceprimer ministro de Mieczyslaw Rakowski, director del semanario Polytika.
Kania se declaró convencido de que el nuevo Gobierno puede «conciliar de la mejor manera posible las exigencias de disciplina y la lucha contra la anarquía con una apertura democrática». «Ninguna otra cosa», dijo, «podrá proteger a nuestro país de un enfrentamiento de consecuencias dramáticas».
A pesar de que ayer no hubiera paros en el país, continuaban las ocupaciones de edificios públicos en Rzeszow por parte de campesinos y de las universidades de Lodz y Poznan.
Tensión social
Por su parte, el episcopado polaco comunicó su apoyo a Solidaridad Rural (sindicato libre de campesinos), considerado «iIegal» el pasado martes por el Tribunal Supremo. Si bien los obispos no mencionaron la palabra «sindicato» en su mensaje, refiriéndose al «derecho de los agricultores a asociarse libremente».
El tema de Solidaridad Rural será el primero que afronte Jaruzelski. La presidencia de este sindicato anunció ayer que «proseguiría sus actividades» y convocó a sus afiliados al congreso nacional de la asociación, el próximo 6 de marzo.
El Tribunal Supremo decidió que Solidaridad Rural no podía ser legalizado como sindicato, pero sí admitió que sus afiliados se organicen en asociaciones. Aún reticentes con esta fórmula, los campesinos iniciarán en breve consultas con Walesa y sus consejeros sobre el carácter que deben tener estas actividades.
El Gobierno arrecia, por su lado, la campaña contra Solidaridad Rural. Ayer, el órgano del Ejército, Zolnierz Wolnosci, que debería reflejar los puntos de vista de Jaruzelski, arremetió contra sus dirigentes, y en especial contra su presidente, Zdislaw Ostatek.
Asimismo, en Wroclaw algunos campesinos mantienen su huelga de hambre en protesta por la política agraria del Gobierno. Algunos de ellos fueron hospitalizados ayer.
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