UCD adopta una estrategia política favorable a los pactos o coaliciones con las minorías nacionalistas

Sin decirlo expresamente, el II Congreso de Unión de Centro Democrático (UCD) dio ayer su apoyo a los pactos o coaliciones con las minoritas nacionalistas. A propuesta de la comisión de estrategia politica, el congreso centrista decidió que el partido debe contemplar «la formación de mayorías parlamentarias estables a través de pactos de legislatura o coalición».

Esta es una de las conclusiones adoptadas por el pleno del congreso, tras haber prosperado durante la madrugada de ayer una enmienda propuesta por el sector crítico a la totalidad de la ponencia oficial sobre estrategia, en una tormentosa reunión presidida por lñigo Cavero.Durante las largas horas de la madrugada que duró la sesión, las posiciones críticas y socialdemócratas midieron sus fuerzas, y la enmienda a la totalidad defendida por el crítico Francisco Soler Valero obtuvo la aprobación de la mayoría de la comisión. El socialdemócrata Santiago Rodríguez Miranda calificó de esperpéntica la dirección de los debates realizada por el democristiano Iñigo Cavero, a quien se acusa en los pasillos del Auditórium de Palma de Mallorca de protagonizar un papel de infiltrado en las filas oficialistas, para favorecer desde ellas que prosperen las tesis críticas.

Estrategia conservadora

Frente a la ponencia oficial presentada al congreso, en la que los socialdemócratas habían conseguido, a través de una consideración final, imponer las tesis de un partido reformista y progresista que asumía el reto de dirigir el proceso político español «hacia una sociedad más libre, igual, solidarad y segura», la enmienda a la totalidad propuesta por Soler Valero advertían, entre otras cosas, que el ritmo del cambio se está llevando sin el grado de meditación necesario, que el electorado de UCD no es «de derechas, pero quiere tener una seguridad razonable de las posturas que defendemos», y que el Gobierno deberá retirar del Parlamento una ley antes que consentir que «se desvirtúe nuestro proyecto como consecuencia de la negociación de los votos necesarios». Esta última exhortación al Gobierno llevaba una carga de profundidad contra la ley de Divorcio y la de Autonomía Universitaria.

La aprobación de la citada enmienda a la totalidad, así como el hecho de que otra enmienda del mismo carácter, defendida por el dirigente crítico Miguel Herrero, obtuvo el 20% de votos necesarios para pasar al pleno, forzó en la mañana de ayer una intensa negociación que cristalizó en un texto conjunto presentado al pleno del congreso, que lo asumió como documento de la estrategia de UCD.

Hay que señalar que Miguel Herrero no insistió excesivamente en los planteamientos de su enmienda, dado que estimó que la dimisión de Adolfo Suárez había cambiado las circunstancias, ya que su escrito se dirigía esencialmente contra la estrategia política basada en liderazgos carismáticos.

Una comisión integrada por los socialdemócratas Francisco Fernández Ordóñez, Santiago Rodríguez Miranda, Juan Antonio García Diez y los críticos Miguel Herrero, Salvador Sánchez Terán y José Luis Alvarez quedó encargada de redactar un documento que fue ofrecido al pleno y básicamente asumido por el máximo órgano de UCD. El documento citado reafirma el respeto al pluralismo interno y la defensa de un modelo de sociedad occidental europea, democrática, participativa, reformista y progresista.

UCD se identifica como partido con ideología de centro, cuya estrategia interna tenderá a generar «liderazgos democráticos», y en el aspecto externo contemplara, «para potenciar la acción del Gobierno, la formación de mayorías parlamentarias estables a través de pactos de legislatura o coalición, autorizados por los órganos competentes del partido, basados en la publicidad y claridad de las condiciones y de los fines perseguidos».

Puntualiza en seguida el documento que tal estrategia se producirá «sin confusión alguna con las alternativas a la derecha y a la izquierda del partido», aunque declara a UCD favorable a «un diálogo leal con todas las fuerzas democráticas. En ningún caso», añade, «los pactos parlamentarios deberán afectar a las garantías de la unidad nacional ni a los fundamentos del modelo de sociedad libre y democrática propugnado por UCD».

La estrategia económica se centra en el apoyo decisivo al mantenimiento y creación de empleo, inversión y renovación tecnológica, así como a evitar incrementos exagerados del gasto público, continuar el aumento del control y disciplina del sector público, reforma de la Seguridad Social. prioridad a la inversión en energía y mantenimiento de una política de justa distribución de las rentas, prestaciones sociales y servicios públicos.

En materia autonómica, UCD reafirma su voluntad de llevar a cabo una nueva, eficaz y más moderna concepción del Estado dentro de la unidad de España y de clara el objetivo de completar el proceso autonómico antes de 1983. UCD proclama la necesidad de reorganizar la Administración.

Ante el terrorismo, considera objetivo «absolutamente prioritario» su erradicación, y reconoce que las puras medidas legales o represivas son insuficientes sin un cambio de actitud de las instituciones sociales.