_
_
_
_
_

La CEE no aceptará retrasos en la implantación del IVA

Soledad Gallego-Díaz

La Comunidad Económica Europea (CEE) advirtió ayer tajantemente a España que no aceptará ningún retraso en la implantación del impuesto sobre el valor añadido (INA) ni en ninguno de los puntos sobre los que se basa la política de recursos propios de la CEE. Si España desea la adhesión al Mercado Común europeo deberá aceptar desde el mismo día del ingreso la reglamentación comunitana al respecto.El documento de la CEE fue entregado a la delegación española en la decimoséptima sesión de negociación a nivel de embajadores, celebrada ayer en Bruselas. Los negociadores españoles, por su parte, entregaron ocho documentos, de acuerdo con la táctica de acelerar en lo posible las negociaciones no relacionadas ni con la agricultura ni con la pesca.

La posición comunitaria respecto a los recursos propios no deja lugar a la menor esperanza por parte de España de lograr un régimen similar al que obtuvo Gran Bretaña en su día. Hasta el presente, la Administración española ha propuesto un régimen progresivo bastante parecido al que negoció Londres, basado en el producto nacional bruto y no en los tres puntales de la actual política de recursos propios de la Comunidad: 1% del IVA, gravámenes a las importaciones agrícolas no comunitarias y porcentaje sobre los derechos de aduana de ciertos productos industriales. A partir de ahora queda claro que no se podrá adelantar la negociación en ese punto mientras que Madrid no cambie su estrategia.

Aunque el documento de los diez no alude para nada al sistema acordado con Grecia, expertos españoles estimaban que tampoco había quedado cerrada la puerta. Atenas, durante el período transitorio, entrega a la CEE todas las cantidades que le corresponden, pero la Comunidad le reintegra un tanto por ciento (regresivo), a fin de impedir que Grecia se convierta en un contribuyente nato desde el primer año.

Razones políticas

El acuerdo griego fue logrado por el presidente Karamanlis, quien esgrimió con éxito razones políticas. Los partidos de izquierda en Grecia se han opuesto siempre a la adhesión, y Karamanlis convenció a los nueve de que no podía, bajo ningún concepto, presentar ante su opinión pública un balance negativo, es decir, aportar a la CEE más de lo que la Comunidad proporciona a Grecia.

Por su parte, la delegación española solicitó períodos transitorios antes de aceptar la entrada de capital extranjero en tres sectores concretos de nuestra economía: electrónica e informática, minería y químico. Igualmente solicitó un tratamiento especial para la industria del automóvil

En relación con el capítulo de cooperación financiera, España solicita no entrar a formar parte inmediatamente del Fondo Europeo para el Desarrollo, creado de acuerdo con la convención de Lomé (relaciones con países africanos). Los negociadores españoles estiman que puesto que el Fondo deberá ser reestudiado en el seno de la CEE en 1985 y España entrará, previsiblemente, en 1984, sería lógico concedernos «un año de carencia».

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_