Persisten las huelgas en Polonia a la espera de la reunión plenaria del Comité Central del partido comunista

La guerra de amenazas entre las autoridades polacas y la confederación sindical libre Solidaridad parecen haber entrado en un atolladero, a la espera de las decisiones del 8º pleno del Comité Central del POUP (partido comunista polaco), que comienza el lunes, en Varsovia. Entre tanto, la Unión Soviética calificó la situación polaca de «más grave» que cuando se crearon los sindicatos independientes, el verano pasado.

Ayer, el hecho político más significativo se produjo en Rzeszow, donde las tres ramas sindicales libres del campo, Solidaridad Campesina, Solidaridad Agraria y Sindicato de Productores Agrícolas Solidarios, decidieron fusionarse en una sola organización: Solidaridad Campesina, que dice agrupar a un millón y medio de agricultores de las más de tres millones de granjas privadas existentes en Polonia.Las tres organizaciones, creadas al estilo de la organización Solidaridad, presidida por Walesa, decidieron unirse y acogerse a la solicitud de legalización, pendiente aún de la decisión del Tribunal Supremo polaco.

La atención está fijada en tres regiones del sur del país: Bielsko-Biala, Jelenia y Rzeszow, donde se mantienen ligeras negociaciones entre autoridades y sindicatos libres.

La situación es especialmente grave en Bielsko-Biala, donde el líder obrero polaco Lech Walesa ha establecido su cuartel general. Los huelguistas de 120 importantes empresas han decidido proseguir indefinidamente la huelga general en tanto el Gobierno de Varsovia no acceda a destituir a altos responsables comunistas de la región.

El duro llamamiento de Lech Walesa, hace dos días, para la ocupación de fábricas en todo el país, en caso de represión contra los huelguistas de Bielsko-Biala, ha creado una ligera división en la organización libre obrera. Para algunos dirigentes de Solidaridad podrían producirse algunas provocaciones, con ocupaciones indebidas. Otros diez MKZ (sindicato regional confederado a Solidaridad) han informado que están dispuestos a secundar la toma de fábricas cuando Walesa dé la orden.

En Rzeszow prosiguen las negociaciones entre agricultores de Solidaridad Campesina con el viceministro de Agricultura, Andrezj Kacala, sin que de momento se haya reunido resultado alguno en la demanda de legalización del sindicato libre de agricultores.

En Jelenia Gora, los tibios contactos entre autoridades y líderes del MKZ relativos a destituciones de responsables de la Administración no han dado resultados positivos.

Además de la tensa situación en el sur polaco, sindicalistas y autoridades no pierden de vista la campaña informativa soviética sobre los acontecimientos polacos. Ayer, de nuevo, el órgano oficial del Partido Comunista soviético (PCUS), Pravda, calificó la situación en Polonia «como mucho más grave que hace seis meses».

Por otra parte, la Oficina de Estadísticas de Polonia publicó ayer los resultados económicos del año 1980, segundo año consecutivo en que los resultados son netamente inferiores a los previstos, y con la perspectiva de que en el presente año los resultados serán aún peores.

El producto nacional bajó el 4% con relación al año 1979, y las diferentes ramas industriales trabajaron irregularmente, con un descenso en la producción industrialdel3%; 10%en la vivienda, y 15 % en la agricultura, y el plan de inversiones sólo se cumplió en un 60%.

Mientras tanto, el ex primer ministro, Piotr Jaroszewicz, ha sido excluido del partido comunista, según informó ayer la radio polaca.