El CSD sigue sin adjudicar el Campeonato de España de Rallies
El Consejo Superior de Deportes sigue sin resolver la anómala situación planteada en el deporte automovilístico de este país, producida por la reclamación planteada por Jorge de Bagratión, segundo clasificado del Campeonato de España de Rallies, contra el vencedor del mismo, Antonio Zanini. Pese a que hace casi dos meses de la fecha de la reclamación, que la temporada nacional está a punto de comenzar, y que la Federación Española ha urgido en varias ocasiones a una respuesta definitiva, el CSD mantiene su silencio.
La reclamación de Bagratión se basa en que, según éste, Zanini recibió cierta cantidad de dinero como subvención federativa para poder disputar el Campeonato de Europa de Rallies. Pero, siempre según Bagratión, algunos de los puntos conseguidos en las carreras europeas le sirvieron a Zanini para alzarse con el título nacional -las carreras más prestigiosas de los campeonatos europeo y mundial puntuaron en la pasada temporada para el español, en un intento de estimular la participación de pilotos españoles en el extranjero-. Esa razón debería invalidar dichos resultados y, por tanto, el título español ganado a lo largo de la temporada por Zanini, traspasado a Bagration.Ante la reclamación de Bagratión, que el piloto exigió se trasladase ante el Consejo Superior de Deportes -algunos federativos apoyaron las reivindicaciones-, la Federación Española suspendió la entrega oficial de títulos, quedando a la espera de lo que se suponía un rápido dictamen por parte del Consejo Superior de Deportes.
Por la parte contraria, el campeón de Europa de la especialidad, Antonio Zanini, ha mantenido durante todo este tiempo un discreto silencio, sin querer entrar en ningún momento en polémica con su adversario, aunque esto, en muchas ocasiones, haya sido aún más duro y despreciativo que lo que podría haber sido la pugna dialéctica. Zanini argumenta que la cantidad recibida por la Federación Española como tal es ínfima en comparación con su presupuesto; que sólo un perfecto desconocedor del mundo de la competición podría pensar que con ese dinero -menos de la décima parte del presupuesto total del catalán- ha conseguido Zanini sus títulos; que, además, ese dinero fue ofrecido también a Bagratión, pero no pudo, no supo o no quiso utilizarlo; y que, en definitiva, en último caso, devolvería la cantidad entregada, como parte de su presupuesto, por la Federación Española, aunque para llegar a este caso recurriría hasta donde hiciera falta.
La Federación, por su parte, después de haber solicitado en varias ocasiones al CSD que emitiera una respuesta oficial, sin que el Consejo Superior de Deportes diera respuesta alguna, sigue a la espera. El propio presidente de la Federación hizo públicas unas manifestaciones afirmando que para él el campeón no es otro que Zanini (véase EL PAÍS del pasado 11 de enero), con lo que la Federación dejó clara su postura y a la vez implicó al CSD de tal forma que difícilmente éste puede ya dar una postura contraria.
El retraso en la contestación oficial por parte del CSD, pese a que hace casi dos meses de la presentación de la reclamación, podría producir el hecho paradójico de que la temporada española de rallies comenzase sin que se supiese aún quién es el campeón de la temporada pasada. Y, si la respuesta fuese contraria al criterio de la Federación Española de Automovilismo, la reacción de la FEA podría ser drástica y fulminante. En ese hipotético caso, su actual presidente, Fernando de Baviera, podría presentar su dimisión de forma irrevocable. Y, con él, lo harían los restantes federativos que, precisamente hoy, se reúnen por primera vez para constituir así, de forma oficial, la renacida Federación Española de Autonovilismo. Una Federación que, además de este problema, tendrá que superar también el de las elecciones dentro de unos meses.
