Vuelos anulados y numerosos retrasos ayer en Barajas
«Mantén el orden y la calma en todo momento. No te enfrentes nunca con nuestros clientes». Esta es la última recomendación de la larga serie de ellas que el comité de huelga de Iberia ha dirigido al personal de tierra que desde ayer realiza paros intermitentes, al tiempo que mantiene huelga de celo. Pese a ello, el tráfico aéreo se vio ayer reducido en 126 vuelos nacionales y veinte internacionales, se retrasaron 44 nacionales y dieciocho internacionales y se adelantaron veintidós nacionales y dos internacionales, ante la imposibilidad de la compañía de prestar la necesaria asistencia técnica a dichos vuelos.Esta situación, que originó apreturas, retrasos y llegó a alterar los nervios de los pasajeros afectados por las molestias, puede verse agravada en los próximos días, hasta el extremo -según estimaciones de los técnicos en tráfico aéreo- de llegarse al colapso de los aeropuertos.
La dirección de Iberia, entre las medidas para paliar los efectos del paro, había recomendado mediante anuncios en la Prensa que los potenciales viajeros se pusieran en contacto con su servicio de información antes de dirigirse a los aeropuertos (comunicar con InforIberia constituye una aventura ante la saturación del servicio telefónico).
De otra parte, la dirección de la compañía aplicó ayer el decreto que establece la plantilla mínima para mantener el servicio público que cubre la empresa, pese a lo cual, una vez movilizados forzosamente 1.200 trabajadores, la incidencia del paro se dejó sentir de manera especial en facturación, tanto nacional como internacional, y escasamente en aduanas.
Asimismo, las anulaciones de vuelos fueron la consecuencia inmediata de los largos retrasos acumulados a lo largo de la jornada. También incidió de manera importante en esta situación el celo con que el personal técnico de tierra aplicó lo que ellos denominan «campaña de seguridad» a la hora de revisar los aparatos. Los técnicos de mantenimiento realizan las revisiones aplicando de manera estricta las instrucciones de las internacionales aéreas ATI e IATA.
Un portavoz de Iberia informó ayer que las pérdidas derivadas del paro del personal de tierra no han sido aún evaluadas, pero que se aproximarán a los trescientos millones diarios, calculados durante las tres jornadas de huelga de celo de los controladores.
La plantilla de Renfe -68.000 trabajadores- paralizó entre las ocho y las diez de la mañana de ayer el servicio de circulación, aunque funcionaron los servicios mínimos establecidos por la empresa (que inciden fundamentalmente en trenes de cercanías). El número de afectados, como en días anteriores, se cifró en 80.000 personas. Hoy el servicio volverá a la normalidad.
Con la huelga de ayer concluye un primer bloque de paros, que se desarrollaron los días 23, 26, 28, 30 de enero y 2 de febrero, y podrían reanudarse el próximo día 6.
La empresa (que ofrece un 10% de aumento salarial frente al 15% que piden los trabajadores) solicitó el pasado sábado expediente de conflicto colectivo.
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