Sin envidia
En un artículo del señor Fraga Iribarne publicado el 15 de enero, se hace notar de modo sobresaliente, diría yo, la gran admiración que siente nuestro diputado por el pueblo norteamericano, alabando su proceso electoral, la sencillez de la elección (puesto que sólo hay dos grandes partidos) y al mismo tiempo la capacidad de asimilación del pueblo, de los votantes, en un proceso tan largo.Después de hacer una breve historia de la presidencia de EEUU, pasa a ensalzar a los propios americanos por haber sabido elegir un presidente duro, conservador, tradicional, lo que se dice muy «americano».
Parece ser que, con este artículo, el señor Fraga intenta decirnos a los españoles que aprendamos de los americanos, de su forma de Estado y de la forma que tienen de elegir a su presidente, de la solidez de su aparato legal, económico y estatal. También hace una comparación entre el proceso autonómico español y la ausencia de este tema en América.
Podría extenderme más, pero no lo creo oportuno, porque mi opinión es muy clara en todo este asunto: cada pueblo que avance con su historia y sus problemas.
Probablemente tengamos que aprender mucho los españoles, pero cuando el señor Fraga u otros nos quieran enseñar, que, por favor, no den nombres y apellidos, que hablen en abstracto.
Los americanos sólo tienen cuatrocientos años de existencia y muchos menos como pueblo unido. La mentalidad es distinta a la de los mediterráneos, por ejemplo, pero a pesar de todo prefiero vivir aquí sin envidiar a nadie. Apoyo el autonomismo porque España tiene miles de años de historia, y muy compleja, además.
Dejemos, pues, que.los americanos resuelvan sus problemas a su manera y aprendamos nosotros a hacer lo propio con los nuestros, sin por ello dejar de aprender de los demás pueblos, pero, desde luego, sin envidiar a nadie./
Madrid.
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