El PCE interpela al Gobierno sobre vinculaciones entre los comandos anti-ETA y la policía

El Grupo Parlamentario Comunista ha decidido presentar hoy ante el Congreso una pregunta dirigida al Gobierno «en relación con los contactos que parecen existir entre los comandos de extrema derecha que actúan en el País Vasco francés y la policía española» según informó ayer una fuente del Partido Comunista de España (PCE). En la pregunta se solicita una investigación exhaustiva y la aclaración de hasta qué punto son verdad las distintas informaciones aparecidas en la Prensa, según las cuales antiguos miembros de la OAS (organización terrorista de apoyo a una Argelia francesa). que viven en España integran los comandos contra ETA.

En concreto, en la pregunta del Grupo Parlamentario Comunista se menciona a EL PAIS, que el pasado 30 de diciembre difundió la primera información sobre el tema, en la que se afirmaba, entre otras cosas, que los integrantes de dichos comandos cobraban, cada uno de ellos, un millón de pesetas por acto realizado; que los comandos seleccionan ellos mismos sus acciones, sin conocimiento alguno de los organismos que los emplean, y que, según fuentes policiales, algunos de estos comandos viven y trabajan en provincias como Castellón y Alicante.También adelantaba EL PAIS en aquella información que dos personas de origen argelino y un francés, avecindados en la costa española, formaban el comando de información detenido en la frontera francesa por la Guardia Civil, después del atentado contra el bar Hendayais, que costó la vida a dos personas y en el que otras varias resultaron heridas. La organización de este tipo de guerra sucia era atribuida por determinadas fuentes a una labor extraoficial llevada a cabo hace cuatro años por algunos miembros de la policía española.

El semanario La Calle, en su último número, aporta otros datos a los que también se refiere la pregunta formulada al Gobierno por el Grupo Parlamentario Comunista. Según el citado semanario, «uno de estos comandos tiene su base en Castellón de la Plana, y lo forman los hermanos Perret y un tercer individuo, de identidad desconocida. A los hermanos Perret se les considera como los protagonistas del paso de la frontera de Irún el pasado 23 de noviembre, minutos después de que un numeroso grupo de personas fuera ametrallado en Hendaya, en el interior de un bar. La relación entre ambos hechos no está probada por ahora. Los citados hermanos están relacionados con la industria hostelera castellonense, bajo la cobertura de la mujer de uno de ellos, de nombre F. Ortells y nacionalidad española».

El juicio de Pau

El semanario La Calle afirma que los componentes de este comando están directamente relacionados con una serie de atentados realizados en Francia, que produjeron víctimas y que estas actividades son perfectamente conocidas por la Brigada de Información, que dirige Manuel Ballesteros. También se refiere a las buenas relaciones existentes entre los hermanos Perret y el policía González Pacheco, conocido como Billy el niño.En apoyo de estas informaciones, La Calle aporta testimonio de miembros del comando de extrema derecha juzgado recientemente en Pau (Francia), como autores de la muerte de un militante de ETA. Maxime Szonek, jefe del comando, declaró que «hacia el mes de julio de 1979 pasó a cobrar en calidad de informador de la brigada informativa de Ballesteros». Szonek, según consta en el sumario del mismo proceso, explicó que tenía dos números de teléfonos españoles para ponerse en contacto con sus jefes en Madrid. Uno de estos teléfonos estaba a nombre de Perret Ornell, en Castellón.

Según la fuente del PCE, los hermanos Perret han abandonado Benicasim, ya que anteayer, en contra de lo habitual, permanecía cerrada la pastelería de que son copropietarios en esa localidad castellonense.

Los Perret

Los hermanos Perret, a los que aluden estas informaciones, son Gilbert y Clement, según ha sabido este periódico. Gilbert -delgado, moreno, de una edad próxima a los 45 años- está casado con la española Francisca Ortells, a cuyo nombre está la Patisserie Française conocida en Benicasim y en todo el entorno turístico por la exquisitez de las grandes tartas de manzana, que son su especialidad.Clement es, por el contrario, un hombre de contextura fuerte, de edad y estatura aproximadas a las de su hermano Gilbert.

Clement regresa a España -de donde fue expulsado por proxenetismo- con la complicidad de Trillo Figueroa, conocido miembro de la extrema derecha castellonense, alférez provisional y durante muchos años jefe del Servicio Provincial de Protección Civil, quien le sitúa en un pueblo próximo a Alicante, donde Clement Perret monta una granja dedicada a la cría de conejos. En esta etapa, Clement permanece, al parecer, bajo identidad falsa. Posteriormente, tras ser anulada la orden de expulsión, Clement reaparece en Benicasim, y se casa con una española separada, que aporta varios hijos.

Durante todos estos años a los Perret no se les conoce otra actividad legal en Castellón que la que llevan a cabo en su horno de la pastelería.

Sin embargo, los movimientos de los hermanos Perret infunden sospechas y desde la Jefatura Superior de Policía de Valencia se monta un servicio de vigilancia en torno al horno de pastelería. El servicio da su fruto cuando se procede a una inspección del horno de los Perret, y la policía encuentra un arsenal de armas en su interior. Gilbert y Clement son trasladados a la comisaría, se instruyen las diligencias correspondientes y al ser remitidas a Madrid, el comisario de Valencia recibe la orden de su puesta en libertad, orden que obedece, pero se niega a devolverles las armas.

En los últimos tiempos, los Perret llevaban una vida poto pública y apenas aparecían por su horno de pastelería, a cuyo frente suele estar otro francés, llamado Jean-Pierre, también de una edad aproximada a la de los hermanos Perret y a quien en Castellón también se le atribuye un pasado relacionado con la OAS. Muchas personas conocen en Benicasim, por otra parte, la vinculación de los Perret a la organización terrorista francesa, así como sus problemas con la justicia del vecino país.

Un dato que siempre ha sorprendido en Benicasim es que nunca trabajan españoles en la Patisserie Française.