La batalla informativa de Palma de Mallorca
A once días vista del II Congreso de Unión de Centro Democrático (UCD), los dos sectores enfrentados preparan su estrategia para obtener de la reunión de Palma de Mallorca la máxima rentabilidad a plazo medio. La información será una de las bazas decisivas.Descartado un descabalgamiento de Adolfo Suárez de la dirección del partido, los críticos calculan ya el nivel de su contestación y se dan por conformes con ganar posiciones para futuras ocasiones y con penetrar, a través del congreso, en la estructura básica de UCD y de su electorado actual y potencial. Mientras tanto, los socialdemócratas, sin ocultar su apoyo coyuntural a Suárez, no desean quedar rezagados en los propósitos democratizadores, pero sitúan por delante «la respuesta a los graves problemas del país».
A corto plazo, el beneficiario del congreso no será otro que Adolfo Suárez, que se consolidará en la presidencia del partido, al tiempo que tendrá ocasión de medir las fuerzas de sus adversarios.
En esta pugna, una batalla decisiva consiste en ganar cotas en la caja de resonancias que, durante tres días, se convertirá Palma de Mallorca, con varios centenares de periodistas y la atención política nacional pendiente del desarrollo del congreso y de su entorno. Los primeros rumores sobre la intención de los compromisarios disidentes de montar oficinas paralelas han sido atajados desde el aparato con una actitud inteligente pero de cuya eficacia cabe dudar. El secretario de información de UCD, Carlos Fernández Conde, ha puesto la oficina oficial del partido a disposición de todos.
Se estima preferible dar información plural bajo control que tolerar una dispersión informativa que favorezca la confusión y «los pescadores de río revuelto». Hasta el momento, ningún crítico ha anunciado su deseo de utilizar los canales informativos orgánicos y, en todo caso, con oficina paralela o sin ella, es seguro que buena parte de la información de Palma de Mallorca no llevará cuño oficial.
Al margen de las inevitables informaciones, y hasta intoxicaciones, en los pasillos del congreso centrista, los periodistas tendrán ocasión de asistir a las sesiones plenarias, además de a las de apertura y clausura. Esta es una medida destacada por el aparato de UCD como muestra del espíritu de transparencia que se quiere imprimir al congreso.
Sin embargo, como ocurrió en el I Congreso de UCD y es habitual en todos los congresos partidarios, las comisiones se celebrarán a puerta cerrada. Palma de Mallorca sería una buena ocasión para que el autodenominado «partido de las libertades» ofreciera una prueba definitiva de transparencia. Además, dado el planteamiento de este congreso, ningún debate de alcance político quedará oculto. Sólo que la información se obtendrá por vías indirectas.
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