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Plan energético francés para sustituir al petróleo

El Gobierno francés lanzó esta semana un programa de producción de carburol que, en 1990. le permitíría reemplazar la gasolina de los automóviles en una cantidad que oscilaría entre el 25% y el 50%. Este producto no es completamente nuevo. Japón, EE UU, la República Federal de Alemania, Canadá y Brasil realizan experimentos en el mismo sentido. El aspecto político interior (elecciones presidenciales) y el exterior (desdramatizar el mercado petrolero) matizan, en opinión de algunos especialistas, el optimismo oficial.De una manera genérica. el carburol recuerda al alcohol y, al gasógeno. ya empleados hace mucho tiempo para paliar el déficit de carburantes. Más precisamente, el carburol, según el proyecto que piensa realizar Francia, se obtiene por tres métodos. Primero, por el del metanol o alcohol metílico, consistente en fabricar una mezcla de metanol y de alcoholes pesados a partir de gas natural, carbón, lignito, madera. De este modo, Francia pensaría potenciar la producción interior de carbón. El segundo método es el vegetal. El carburol así obtenido procede de células vegetales y ofrece un resultado muy parecido al de la gasolina. Tercer método, el del etanol o alcohol etílico. Este proceso conduce a la obtención de carburol por medio de la fermentación del azúcar contenido en ciertos vegetales, como la remolacha o la caña de azúcar.

Para realizar el programa, Francia presupuesta cien millones de francos ( 1.700 millones de pesetas) para el año en curso. Con ello creará una serie de unidades piloto en colaboración con firmas privadas.

A primera vista, la intención del proyecto carburol es excitante, en la medida que conduciría a dar un paso más en el sentido de la independencia energética. Pero los problemas no son pocos ni simples. Será necesario, en primer tuelar, que su precio se mantenga por debajo del de la gasolina actual, tal como lo piensa el Gobierno francés. El aspecto práctico también da que pensar a los interesados: habría que introducir ciertas modificaciones en los motores de los automóviles.

Las autoridades francesas responden que, todos esos obstáculos se superarán insensiblemente al realizar por etapas la Introducción de carburol en el mercado. En un primer tiempo sólo se podría rnezclar una décima parte del consumo total de gasolina. Algunos especialistas han alertado inmediatamente sobre la dimensión electoralista importante del carburol, que se anuncia en vísperas de la campaña por las eleccIones presidenciales de la próxima primavera, y que pudiera sensibilizar a los remolacheros y, a los ecologistas.

En el plano internacional, el Gobierno francés estima que la posibilidad de ofrecer productos no petrolíferos en el mercado puede cambiar sensiblerriente la naturaleza de las relaciones entre los países productores de petróleo y los consumidores.

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