Eliminado un importante foco chabolista y centro dio delincuencia en Vicálvaro

Un total de treinta edificaciones antiguas de Vicálvaro, que sumaban 57 viviendas, están siendo derruidas a toda prisa en estos días después de que la junta municipal del distrito consiguiera el realojamiento de las familias en las viviendas prefabricadas de la avenida de Guadalajara, en San Blas.Para Carlos Sotos, concejal de la junta, este hecho supone un éxito en su gestión, ya que no sólo se erradica un fuerte foco de chabolismo, sino que al mismo tiempo se elimina un fenómeno que había originado el miedo y la preocupación en el vecindario de la zona: las casas, muchas de ellas abandonadas ya por sus habitantes, se habían convertido en el lugar de reunión de batidas de jóvenes delincuentes que provocaban fuego por pura diversión, además de proceder al consumo de drogas fuertes en gran escala y utilizarlas para fiestas que muy a menudo desembocaban en orgías sexuales y a menudo violentas.

La situación de desórdenes provocada por las bandas juveniles hizo que la policía tuviera que intervenir en numerosas ocasiones, así como los bomberos. Vecinos cercanos a las casas fueron testigos directos de la ingestión de drogas duras y de cómo los jóvenes se pavoneaban de atracos y hechos similares en plena calle, que no se atrevían a denunciar por miedo a las represalias.

Algunas viviendas tenían un indudable valor arquitectónico, puesto que eran ejemplos de las casas de labranza populares del siglo XVII y posteriores, pero habían llegado ya. a situaciones de ruina inminente y eran inhabitables. En la junta municipal se creó una comisión de vivienda, en la que participaron miembros de la asociación de vecinos y de la unión de vecinos de Vicálvaro. La comisión negoció durante un año con la delegación provincial de la Vivienda hasta que consiguieron el alojamiento de las familias.