El coronel Majano puede incorporarse a la resistencia armada salvadoreña
El coronel Adolfo Arnoldo Majano, hasta el pasado 13 de diciembre miembro de la Junta Cívico-Militar que gobernaba El Salvador y representante del ala más progresista del Ejército de aquel país, podría encabezar la nómina de oficiales y soldados dispuestos a integrarse en la Dirección Revolucionaria Unificada (DRU). Dicha organización reservaría a Majano un importante papel en el asalto final al poder que los grupos revolucionarios salvadoreños han anunciado para las próximas fechas.
A finales del pasado mes de diciembre, representantes del Frente Democrático Revolucionarios (FDR) realizaron una gira por diversos países latinoamericanos y europeos para prevenir a los distintos Gobiernos de los acontecimientos que se avecinan en El Salvador y solicitar apoyo moral y económico al frente común logrado por las organizaciones democráticas salvadoreñas.Las tesis sostenidas por estos enviados diplomáticos señalan que las condiciones de deterioro político, social y económico de El Salvador, coincidentes con el adecuado nivel de preparación, aprovisionamiento y conjunción de los grupos armados que integran la DRU, han decidido la oportunidad del momento actual para lanzar una fuerte ofensiva contra el Gobierno del país.
En cuanto al papel del coronel Majano, se sabe que su postura, tradicionalmente moderada y partidaria de soluciones políticas, se ha radicalizado últimamente, a raíz de los acontecimientos que entre otras cosas, determinaron su salida de la Junta. De acuerdo con informes fiables, Majano ha mantenido recientes entrevistas en Panamá con miembros de la DRU, a quienes habría manifestado su intención de dimitir de sus cargos en el Gobierno y sumar su concurso personal y el de los oficiales y soldados que le siguen.
Entre las intenciones de la DRU a corto plazo figura la de establecer un Gobierno revolucionario, que se instalaría en alguna de las zonas que consideran liberadas las fuerzas revolucionarias y obtener el reconocimiento internacional de parte beligerante.
El acercamiento progresivo de Majano a las direcciones del Frente Democrático Revolucionario no es reciente. Cuando, en septiembre del pasado año, el coronel Jaime Abdul Gutiérrez (actual comandante en jefe de las fuerzas armadas salvadoreñas) trató de apartar por primera vez a Majano de las áreas de decisión militar y política, el coronel confió a algunos amigos de la Universidad Centroamericana, regentada por los jesuitas, su intención de dimitir. Estas personas comunicaron a los dirigentes de la DRU y del FDR los propósitos de Majano. A través de los mismos interlocutores, la izquierda unificada salvadoreña rogó al hoy apartado coronel que permaneciera en la Junta. En ese momento se consideraba más positiva e importante la presencia de Majano en el Gobierno salvadoreño que fuera de él.
La oficialidad que apoya al coronel Majano, compuesta básicamente por capitanes y tenientes del Ejército regular, y por casi ningún cuadro de los llamados cuerpos de seguridad, conocidos por sus actividades represivas, no llega al 25 % del total. Además, la mayoría de estos oficiales ha sido premeditadamente apartada de todo mando de tropa, por lo que la eficacia de su participación, a la hora de un levantamiento conjunto por parte de las fuerzas revolucionarias y un sector castrense, no pasaría de simbólica.
En cualquier caso, la decisión de Majano y su grupo, que se da como segura, de colocarse definitivamente del lado de la oposición armada, ofrecería a los ojos del mundo un nuevo y significativo dato sobre el estado real de la situación en la convulsionada república centroamericana.
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