Eslóganes antisoviéticos en la catedral de Varsovia
Eslóganes antisoviéticos cantados por grupos de adolescentes a la salida de la «misa del gallo» celebrada ayer en la catedral de San Juan, en Varsovia, dieron un sentido político a la primera Navidad polaca después de las huelgas del pasado verano.El alcance político estuvo marcado principalmente por las homilías de los diversos obispos, incluido un mensaje del primado Stefan Wyszyriski y del Papa, que, por primera vez en treinta años, se dirigió a sus compatriotas por la televisión nacional en un programa grabado hace días en el Vaticano. En todos ellos se insistió en «la renovación nacional» y, de acuerdo con el tono conciliatorio empleado por la Iglesia polaca en las últimas semanas, se solicita la unidad nacional para la reconstrucción del país.
Sin embargo, el clima de entendimiento entre la Iglesia, los sindicatos independientes y el partido comunista (POUP) de los últimos días puede enrarecerse pasadas las festividades navideñas. De acuerdo con una resolución del sindicato Solidaridad, firmada por su presidente, Lech Walesa, los trabajadores rechazan la oferta gubernamental de conceder sólo dos sábados libres al mes y no cuatro como solicitan los obreros. El sindicato independiente se mantiene intransigente en este punto y considera la oferta del Gobierno como una violación de los acuerdos de Gdarisk.
Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Jozef Czyrek, viajó ayer a Moscú, en la primera visita de alto nivel polaca a la URSS desde la pasada cumbre del Pacto de Varsovia, el 5 de diciembre.
Oficialmente se calificó la visita como «reforzamiento de la cooperación fraterna entre países aliados». El viaje, según fuentes solventes, se relaciona concretamente con la situación interna en Polonia, y después de la entrevista con Andrei Gromiko, ministro soviético de Exteriores, Czyrek podría dialogar con Leónidas Breznev.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.