Hunosa cerrará a partir de 1983 los pozos cuya rentabilidad sea inferior a la pactada con las centrales sindicales
Hunosa no cerrará más pozos hasta 1983, pero a partir de esa fecha podría hacerlo con los que superen la pérdida máxima admisible por tonelada que se establezca tras la negociación entre el Ministerio de Industria, la empresa y las centrales sindicales, según anunciaron ayer portavoces cualificados de la compañía minera a representantes de CC OO y UGT. La reunión entre empresa y centrales sindicales tenía carácter de informativa y es una de las previas al inicio de las discusiones sobre el plan de reconversión que se pretende para la hullera asturiana. El consejero delegado de la compañía, Luis Solera, les confirmó a los representantes sindicales que las pérdidas de la empresa en 1980 estarán alrededor de los 18.000 millones de pesetas, resultados que mejoran ligeramente los del ejercicio anterior.
Ante este déficit, la Administración ha decidido poner un límite. Según la empresa, se han estudiado dos criterios para fijarlo: o referirse a las pérdidas absolutas en cada ejercicio o fijarse en las pérdidas registradas por tonelada producida. La Administración se ha decidido por el segundo de los casos, por lo que técnicos del Ministerio de Industria están trabajando en los planteamientos del plan de reconversión que negociarán con la empresa y las centrales introduciendo el criterio de pérdidas máximas por tonelada.Este nivel se determinará de la siguiente forma: primero se calculará la pérdida media admisible y a ese parámetro se le añadirá un porcentaje del 15%, aproximadamente, que se tolerará por encima de la mitad media. Obtenida así la pérdida máxima admisible por tonelada, los pozos que al final de 1981-1983 superen el límite serán cerrados.
Además, la Administración marcará otros objetivos de cara al plan de reconversión aplicable entre 1981 y 1983. Estos son: los niveles de producción a alcanzar en ese período, los niveles de pérdidas pesetas-toneladas, rendimientos kilogramo-jornada, que serán equivalente a la media de los que se dan actualmente en la minería española, el alcance de unos niveles de proporción de los costes de personal sobre los costes totales de explotación más bajos que los actuales y, por último, se fijará como objetivo lograr unos niveles en la proporción gastos financieros -costes totales, también más baja que la actual- del 6%, superior en dos puntos a la media nacional.
Se cree que la Administración fijará estos objetivos en los primeros días de enero, y será entonces cuando comience la negociación propiamente dicha entre Ministerio, la dirección de Hunosa y los trabajadores.
Carbón siderúrgico
El consejero delegado también informó a los representantes sindicales de los mineros que el Gobierno ha decidido definitivamente que Hunosa siga produciendo carbón siderúrgico, cuestión esta que había estado en duda en los últimos tiempos. A este tipo de carbón se dedicará el 50%, aproximadamente, del total de lo que se obtiene. Las compensaciones que la Administración entregará a la hullera por este concepto serán por línea presupuestaria y diferente a las otras que se concedan a la empresa, como, por ejemplo, el carbón térmico. Actualmente, la cotización en el mercado del carbón siderúrgico está en 5.400 pesetas la tonelada, y la del térmico en 8.400. Ambos precios están muy por encima de los del carbón importado, que ronda los 69 dólares por tonelada. La causa de que este carbón extranjero sea tan barato es que se extrae fundamentalmente a cielo abierto. Las razones por las que la Administración se ha decidido, pese a estos precios, a mantener las minas asturianas son, en síntesis, las siguientes: por una razón estratégica, en tanto que es una fuente de energía propia que reduce la dependencia exterior, porque se paga en pesetas, con lo que se alivia el problema de la balanza de pagos y, sobre todo, porque mantener en activo a Hunosa es mantener el empleo de 22.000 trabajadores.
Felgueroso no comenta
Portavoces autorizados de la empresa no quisieron pronunciarse ayer sobre la reciente intervención del ministro de Industria, Ignacio Bayón, en el Congreso de los Diputados (véase EL PAIS de ayer), según la cual éste se había enterado por la Prensa de la decisión de la compañía de cerrar el pozo Barredo. El propio consejero delegado confirmó en la reunión de ayer que la empresa no está dispuesta a negociar con nadie el citado cierre.
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