El presidente yugoslavo visita al Papa en el Vaticano
El presidente de la República Socialista Federativa de Yugoslavia, Cviyetin Mijatovic, regaló ayer al papa Juan Pablo II una gruesa medalla de oro con la efigie del ex presidente Tito. A su vez, el papa Wojtyla, durante la visita oficial que tuvo lugar ayer en el Vaticano, le regaló otra medalla de oro de su pontificado. Once años antes, Pablo VI había recibido al mariscal Tito. Desde entonces, como ha subrayado el Papa en su discurso al presidente yugoslavo, las relaciones entre aquel país y la Santa Sede han ido mejorando y hoy existe un esfuerzo común para colaborar en la distensión a favor de la paz.
El Papa ha insistido mucho en el papel que está jugando actualmente Yugoslavia en el diálogo de la paz universal, lo que confirma los rumores de los últimos días, según los cuales había sido precisamente el Gobierno yugoslavo quien había hecho de mediador entre la Unión Soviética y Polonia, de acuerdo con el Vaticano.
A principios de esta semana, un importante consejero de política internacional de Leónidas Breznev se entrevistó en la Embajada yugoslava de Roma con el secretario de Estado del Vaticano, Cassaroli, para tratar de la situación en Polonia.
El presidente yugoslavo invitó ayer al Papa a visitar su país, pero la visita es improbable que pueda producirse antes de 1982.
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