Reunión de los liberales centristas para cerrar fila contra la dirección del partido
Las principales figuras liberales de Unión de Centro Democrático (UCD), con los parlamentarios y compromisarios al congreso centrista de esta corriente, celebraron ayer una reunión en Madrid que ha dado como resultado el cierre de filas de los distintos grupos de esta ideología para defender en el congreso del partido una opción contra lo que entienden es autoritarismo del aparato dirigente. La reunión se celebró en un hotel madrileño, y a ella asistieron más de cien personas.
Entre estos estaban Antonio Fontán e Ignacio Camuñas, líderes de los dos antiguos grupos liberales, y los también diputados Soledad Becerril, Víctor Carrascal, Joaquín Muñoz Peirats y Joaquín Satrústegui. Asistieron asimismo varios senadores, hasta un total de unos veinte parlamentarios, y sesenta compromisarios liberales de las provincias. Los asistentes han destacado que por primera vez aparecen a la luz pública firmemente unidos todos los liberales centristas.Por otra parte, esta reunión es previa a próximos pronunciamientos de otros grupos y familias centristas, que en estas fechas podrían llegar a la formación de un firme frente unificador de todas las posiciones críticas, de distintas ideologías, que existan cara al congreso. En este frente podrán contarse, además de liberales, democristianos, socialdemócratas disidentes e independientes.
Por lo que respecta a los liberales en concreto, la reunión de ayer giró en torno a dos ideas principales. Primero, denunciar como trampa que se tiende a la opinión pública la dualidad conservadores-progresistas que quiere mostrar el aparato, cuando en opinión de los liberales se trata de un enfrentamiento de los demócratas de todo tipo contra el autoritarismo de la dirección. En la reunión hubo, en función de esto, duras críticas al aparato y acusaciones de que los órganos directivos no cumplen el espíritu del primer congreso. Contra esta situación, los liberales presentarán al congreso, solos o apoyados por otros, una propuesta para un modelo de sociedad democrático y plural.
El segundo aspecto se centra en los estatutos del partido, que entienden deben ser reformados para profundizar en la democracia interna. También en este tema denuncian que la tesis oficialista de que: deben emplearse las energías en dar soluciones a los problemas del país, es un engaño, porque esas soluciones sólo pueden llegar por medio de una democratización de UCD.
No estarán en la lista del presidente
En concreto, los liberales proponen recortar los poderes del presidente, y que este no lo sea a la vez del partido y del Gobierno. Asimismo, el jefe del partido no debería ser elegido de forma personal, sino como cabeza de la lista ganadora para el comité ejecutivo, que sería elegido por sistema proporcional. Por fin, desean que sea responsabilidad del ejecutivo, y no del presidente, la confección de candidaturas para el Congreso y el Senado.
Si la dirección no accede a estas posiciones, este grupo no integrará a ninguno de sus miembros en la candidatura para el comité ejecutivo que confeccione el presidente, según han manifestado destacados asistentes a la reunión, al igual que ya anunció el líder católico, Landelino Lavilla.
Esta coincidiencia podría desembocar en una lista alternativa del sector crítico. Entre los asistentes a la reunión liberal se daban como posibles integrantes a Landelino Lavilla, Ignacio Camuñas, Miguel Herrero, el socialdemócrata y disidente Arturo Moya y hasta al secretario general del partido, Rafael Calvo. No obstante, las fuentes informantes estiman que aún es prematuro hablar de una alianza tan decantada, porque dentro del sector crítico hay importantes diferencias sobre muy diversos aspectos políticos y sociales, especialmente entre católicos y laicos.
Así, Ignacio Camuñas declaró a EL PAIS a la salida de la reunión, que con esta no debe entenderse que los liberales pasen a la oposición, sino que apuestan por una línea de renovación democrática, y en ello coinciden con otros. «Aspiramos a que esta actitud sea mayoritaria, y creemos que así será», añadió Camuñas.
Por su parte, Antonio Fontán dijo que el partido debe tener la amplitud ideológica, humana y personal que mostró en las elecciones de 1977 y 1979. «Tenemos que renovar imagen, ofrecer una imagen vigorosa y democrática», afirmó.
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